El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, concurrió esta tarde a la Cámara de Diputados y le solicitó a los jefes de bloque de oposición dialoguistas que reviertan los rechazos a la restitución del impuesto a las Ganancias y a las modificaciones al régimen de Bienes Personales que le propinó la oposición en el Senado. Respecto de las concesiones que en su momento acordó con senadores opositores para que aprobaran la Ley Bases y el paquete de reformas fiscales, Francos se mostró prescindente: frente a los legisladores sostuvo que no tendría inconveniente si la Cámara baja insiste en varios de los puntos contenidos en la media sanción que aprobó el 30 de abril pasado.
Uno de esos puntos es el de las privatizaciones de empresas públicas. En sus trabajosas negociaciones con los senadores opositores, el Gobierno accedió a regañadientes a excluir del listado de compañías a ser privatizadas a Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina (RTA); fue la única manera de sumar el voto de senadores patagónicos y del bloque radical a la aprobación del proyecto de Ley Bases. De hecho, el senador radical Pablo Blanco (Tierra del Fuego), cuyo voto fue clave para salvar del rechazo el capítulo de delegación de facultades al Poder Ejecutivo (también contenido en la Ley Bases), había condicionado su apoyo a que se excluyeran esas tres empresas de ser sujetas a privatización.
Esos acuerdos, sin embargo, quedarían en letra muerta. En su charla con los legisladores dialoguistas Francos dijo que “sería deseable” que la Cámara baja insistiera con su media sanción de la iniciativa, que incluye a las tres empresas para ser sujetas a privatización. El grueso de los bloques dialoguistas -aunque no todos- se inclinarían por esta alternativa.
De la reunión, que se celebró en el despacho del presidente del cuerpo Martín Menem, participaron los jefes de los bloques de Pro, Cristian Ritondo; de la UCR, Rodrigo De Loredo y de Hacemos Coalición Federal, Miguel Pichetto. También están presentes Juan López (Coalición Cívica), Juan Brugge (Córdoba Federal), Pamela Calletti (Innovación Federal) y Carolina Píparo (Buenos Aires Libre). Los libertarios están representados por el jefe de la bancada, Gabriel Bornoroni, Santiago Santurio y Nicolás Mayoraz.
Tras la maratónica sesión que celebró ayer el Senado, la Cámara de Diputados debe analizar qué hará con las modificaciones que introdujeron los senadores a los dos proyectos, el de Ley Bases y el paquete fiscal. Tiene dos alternativas: insistir con la media sanción que aprobó en abril pasado o bien aceptar (total o parcialmente) los cambios introducidos por la Cámara alta.
Los diputados de bloque Pro ya anticiparon su postura. “En algunos artículos donde hubo modificaciones en el Senado, y el Gobierno está de acuerdo, las vamos a acompañar. En otras, donde se hicieron modificaciones que no estaban acordadas, vamos a insistir con la redacción original, por ejemplo con el tema de ganancias, bienes personales y el régimen de incentivos a las grandes inversiones”, enfatizó Ritondo.
Francos indicó que estudiará en los días que restan a la sesión en Diputados –prevista para el jueves 27– cuáles de todas las modificaciones que se acordaron en el Senado merecerían ser consideradas por la Cámara baja, a cargo de la revisión final de los proyectos de Ley de Bases y reformas fiscales. “Hubo correcciones muy positivas en el Régimen de Incentivos a las Grandes Inversiones (RIGI) que aconsejaríamos que los diputados ratifiquen ”, deslizó el jefe de Gabinete.
Sobre otras cuestiones, como la eliminación de la moratoria previsional, Francos no mostró especial preocupación. “Para nosotros no es un tema si está o no en la Ley de Bases”, dijo. El funcionario sí fue explícito, en cambio, cuando pidió a los diputados que reviertan los rechazos del Senado a los capítulos sobre Ganancias y Bienes Personales. Se requeriría solo la mayoría absoluta (mitad más uno de los presentes) para hacerlo.
Golpe opositor
En la reunión, Francos admitió que no vio venir el golpe que le iban a asestar los opositores en el Senado al rechazar el capítulo el impuesto a los Bienes Personales. El texto aprobado por Diputados, que ratificaba el texto original del Gobierno, proponía subir el mínimo no imponible de Bienes Personales de $27 millones a $100 millones, una reducción de alícuotas a un rango que va del 0,5% a 1,5% (hoy es del 1,75%), y un aumento del monto de la vivienda exenta de $ 350 millones, entre otras modificaciones.
Es más que probable que la Cámara de Diputados insista con restituir esta reforma al impuesto pues beneficia principalmente a la clase media. Según la Oficina de Presupuesto del Congreso, este “alivio fiscal” implicaría una merma en la recaudación de alrededor de 0,4 del PBI este año.
“Es el mismo impacto fiscal que tiene nuestro proyecto para recomponer los haberes jubilatorios por la inflación de enero pasado: 0,4 del PBI. Tuvo media sanción en Diputados y el Gobierno nos acusó de ‘degenerados fiscales’. Pero el Gobierno quiere beneficiar a los patrimonios más altos con el impuesto a los Bienes Personales. ¿Quiénes son los degenerados fiscales, entonces?”, acicatean desde el radicalismo.
La restitución del impuesto a las Ganancias, en cambio, es más difícil. En el bloque de la UCR –que, con sus 34 legisladores, es clave en la votación- hay posiciones encontradas sobre la restitución de Ganancias. Si bien el grueso de sus integrantes votó a favor cuando este tema se discutió en la Cámara de Diputados, el rechazo propinado por el Senado los coloca en una situación difícil.
“Muchos estamos de acuerdo con reponer este tributo porque es el más progresivo de todo el sistema. Además, lo piden nuestros gobernadores –explican en el bloque radical-. Sin embargo, el Senado nos colocó en una posición de ser la única cámara que, eventualmente, termine sancionando este impuesto. Esto genera algunos resquemores en colegas que no responden a ningún gobernador y están renuentes de pagar el costo político por segunda vez al tener que aprobar un impuesto que impacta de lleno a los asalariados de la clase media”.
Sobre la eventual privatización de Aerolíneas Argentinas, el radicalismo también tiene una posición dual. En su momento, la mayoría avaló que la empresa sea privatizada. “Muchos consideramos que los argentinos más pobres no tienen por qué bancar el déficit de Aerolíneas; otros, sin embargo, sostienen que es necesaria mantener la línea de bandera para garantizar la conectividad en todo el país. Lo discutiremos en el bloque”, indican en la bancada.