Abel Guzmán, el colorista acusado de matar a su colega Germán Medina en una peluquería del barrio porteño de Recoleta, deberá ir a juicio oral y público, ya que su defensa no apeló al procesamiento. El acusado aguardará detenido en la cárcel de Ezeiza, donde se encuentra desde que fue capturado.
Ahora, se prevé que el fiscal requiera el pase del expediente a juicio oral y público donde se lo juzgará.
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Según el fallo del juez Javier Sánchez Sarmiento, en la noche del 20 de marzo Guzmán se acercó a Facundo Verdini, dueño de la peluquería y le preguntó: «¿Vos tenés algo para decirme?», a lo que el dueño respondió: «No, mañana vamos a hablar». Tras eso el colorista sacó el arma de fuego que tenía en su cintura y comenzó a amenazar a quienes estaban presentes: «Quédense quietos porque le vuelo la cabeza a los cuatro».
Luego le disparó un tiro en la cabeza a Medina que estaba sentado tomando una cerveza y se dio a la fuga. La víctima fue trasladada al Hospital Fernández, en grave estado, y falleció poco después.
Guzmán permaneció prófugo casi setenta días hasta que fue detenido en la localidad bonaerense de Paso del Rey, en el partido de Moreno, gracias al alerta que dio un vecino, que permitió su identificación.
Quién es Abel Guzmán, el colorista que le disparó y mató a su colega en una peluquería de Recoleta
El asesinato de Medina quedó registrado por las cámaras de seguridad del local, pero la defensa intentó argumentar que a Guzmán se le había escapado el disparo.
Por su parte, Verdini cerró el negocio durante algunas semanas por temor a una nueva aparición de Guzmán, hasta que finalmente decidió reabrir el 12 de abril, aun con custodia policial en las inmediaciones. De acuerdo con el fallo que accedió Noticias Argentinas, los chats del grupo de WhatsApp evidenciaron la mala relación que Guzmán tenía con el resto de los peluqueros.
La relación de Guzmán y sus compañeros
En los mensajes a los que accedió NA Verdini pedía que no se usará formol en su peluquería, a lo que Guzmán contestó que «no tenía problema». «Nos encontramos y lo resolvemos como corresponde«, sugirió en un Zoom con todos los empleados del lugar.
En ese debate Medina sumó: «Hasta donde yo entiendo se hace lo que el jefe dice y si no patada en el tuje. ¿Dónde se vio que se le hable así al que te paga el sueldo? Si no le gusta a alguien que agarre la puerta y listo. Muerto el perro, se acabó la rabia«.
Esa conversación fue el 24 de febrero pasado, un mes antes del crimen. Guzmán era el único que continuaba usando formol para alisar el cabello de las clientas. «Esto va más que nada para vos Abel [por Guzmán] que tengo muchas quejas con los chicos y ya. Me está superando este tema: prohibido usar formol!!! Lo dejo grabado como evidencia, no quiero más formol en la peluquería. Listo. Listo formol, ni a la mañana, ni a la tarde, ni a la noche, ni cuando está cerrada la peluquería», enfatizó Verdini en un video que envió al grupo de WhatsApp.
«¿Querés hablarlo personalmente mejor? Nunca sos claro…. Y Ahora que tenés este equipo te molesta el formol», cuestionó Guzmán. «¿Por qué esperaste tanto tiempo para poner claro tantas cosas? No tengo problema de mañana nos encontramos y lo resolvemos, pero cómo corresponde si todo es un problema para vos. Ya sabes qué tenes que hacer. Te olvidás de quién sos… Siempre estuve y nunca te abandoné y te portás así conmigo, no quiero más. Mañana te busco en la otra pelu y lo resolvemos mañana mismo. No me gusta este puterío barato, lo hablamos en la cara», finalizó el colorista.
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