Gilad Gil Pereg, conocido como el “hombre gato” por comportarse como un felino en su celda en la cárcel, estaba condenado a prisión perpetua por los crímenes de su madre y su tía, Pyrhia Saroussy y Lily Pereg. El pasado domingo 7 de julio falleció a los 42 años en el hospital penitenciario El Sauce de Mendoza. El ingeniero electrónico israelí murió tras sufrir una descompensación, los médicos intentaron reanimarlo con maniobras de RCP, sin éxito.
Pereg había sido condenado a prisión perpetua en noviembre de 2021 por un jurado popular, que llegó al veredicto por unanimidad, pero él siempre negó su responsabilidad en lo ocurrido en Guaymallén en 2019.
“Me están intentando culpar a la fuerza. Quieren decir que yo hice cosas que yo no hice… Es fácil usarme como un target. Por eso, apenas hice la denuncia de que desaparecieron mi mamá y mi tía, enseguida empezaron a buscar la forma para acusarme a mí de su desaparición. Por eso, me hicieron tantos allanamientos en casa”, manifestó antes de recibir el veredicto que lo condenó.
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El caso cobró trascendencia por la crueldad, pero también por los comportamientos del acusado actuaba como un gato. Cuando estaba en prisión, circularon videos de él maullando en su celda, sin embargo, esas actitudes no llevaron a que se lo considerara inimputable.
Fernando Guzzo, el fiscal que lo acusó en el juicio, sostuvo que Pereg cometió un “asesinato despiadado” con “plena consciencia de la criminalidad de sus actos”. “Nunca negamos que tiene una enfermedad, que padece una patología”, expresó, aunque remarcó que no era «inimputable”.
Así vivía el acusado de matar a las turistas israelíes en Mendoza
Las imágenes de Pereg fueron tomadas en marzo de 2019, en el sector de máxima peligrosidad de la cárcel de San Felipe. En aquel momento se escuchó un maullido desesperado y el resto de los presos se quejaron porque no podían dormir. Uno de los guardias grabó con un celular al hombre en estado salvaje, desnudo, en cuatro patas, que maullaba, y actuaba como si fuera a arañarlos.
El psiquiatra forense Mariano Narciso Castex, uno de los peritos que lo examinó a pedido de su defensa, dijo que el acusado padecía licantropía; es decir, un ser humano que se siente animal.
Los asesinatos del «hombre gato»
Los restos de la madre y la tía de Pereg fueron hallados en el fondo de una propiedad del ingeniero. Las dos mujeres, que eran hermanas, habían llegado a Mendoza para pasar sus vacaciones y visitar al hombre. La madre de Nicolás Gil Pereg murió producto de extrangulamiento con un lazo. En cuanto a su tía, se supo que fue asesinada de tres tiros.
En la casa del «hombre gato» no había muebles ni servicios básicos, solo tenía un colchón y diez gatos, bolsas de alimento balanceado, y una colección de DVDs porno pirateados.
RB CP