Un día después al desplome de los mercados mundiales del lunes, hubo una recuperación general y los inversores «respiraron», aunque nadie se anima a cantar victoria porque existen cuatro factores que llenan de dudas a los expertos. De hecho, este escenario internacional puede impactar en Argentina y en el plan económico del Gobierno.
Cabe recordar que a inicios de semana se desplomó 12,4% la Bolsa Nikei (Japón), que sumado al desempeño del viernes llevó a acumular un negativo de 20%, el mayor retroceso desde 1987. Hecho que se produjo tras la suba de tasas del Banco Central japonés y generó un cimbronazo mundial en los mercados, donde los principales índices de Wall Street cayeron 3%.
En tanto, en Argentina el impacto fue bastante leve debido a que el comportamiento fue mixto y los descensos de las acciones y los bonos fueron moderados.
Ahora bien, este martes rebotaron todas las plazas bursátiles y recuperaron la mayoría de las pérdidas de la rueda previa. Y a nivel doméstico las alzas fueron interesantes, donde el principal índice de acciones de Buenos Aires de empresas líderes, el Merval, ascendió cerca de 3%.
Además, los activos nacionales que cotizan en Wall Street subieron hasta 7% en dólares el martes, como fue el caso de Transportadora de Gas del Sur (TGS).
En el plano cambiario, el dólar libre descendió de precio debido a que el blue disminuyó unos 15 pesos para cerrar a $1.375 y el MEP se vendió en torno a los $1.330.
Pero para los analistas de mercado este rebote no significa que la volatilidad se haya calmado, debido que existen cuatro factores que ponen en alerta al mundo y a la Argentina, y que se deben monitorear de cerca.
1. Japón sigue en la mira
En Japón, las tasas estaban en 0% y su moneda estable desde hace más de 20 años, por eso los inversores globales los usaban para financiarse ya que tomaban deuda en yenes para usar ese dinero para comprar otros activos más volátiles como acciones y criptomonedas.
«Hasta ahora es el comienzo de la crisis, todavía no se sabe cuánto puede durar, porque se acabó el efecto riqueza y Japón pone en duda poder seguir subiendo las tasas después de que las aumentó 0,25% para poder hacerle frente a la mayor inflación, hecho que generó esta caída en los mercados», advierte Nicolás Max, director de Asset Management de Criteria.
Además, al ser Japón un exportador de capital por tener una moneda apalancada, todavía se desconoce el impacto mundial que tendrá el mercado por las ventas de los activos extranjeros que poseen los inversores de dicho país.
Lo positivo de ello para Argentina, en base a la reacción del mercado, es que «no hay posiciones del exterior apalancadas sobre activos locales, por eso hubo una impacto acotado y es algo sano», agrega Max.
2. ¿Recesión y crisis en Estados Unidos?
Más allá del rebote de los mercados en Estados Unidos del martes, siguen flotando los temores en dicho país de la llegada de una recesión, tras el decepcionante informe de empleos de julio del viernes. También hay preocupación en que la Fed haya cometido un «error» la semana pasada al mantener las tasas de interés sin cambios, llevando a la economía hacia una recesión.
«El aumento inesperado en las solicitudes de beneficios por desempleo, un ISM del sector manufacturero en zona de contracción y el dato de creación de empleos defraudó», resume Gustavo Neffa, economista y analista de Research for Traders (RfT).
Estos datos están bajo la lupa de los analistas, ya que la actividad económica estadounidense llega «más débil» y se considera que las consecuencias de la crisis en Japón pueden traer otras noticias.
«Puede haber un evento crediticio que afecten a bancos y a las condiciones financieras en Estados Unidos. Todavía se desconoce cómo puede impactar. Es decir, no preocupa el episodio del lunes mientras no dispare una recesión y un accidente financiero que afecten los balances de los bancos y la credibilidad del sistema», advierte Max.
A nivel doméstico, el punto favorable para Argentina que si la Reserva Federal (Fed) baja las tasas de interés en septiembre como ha prometido, el costo de endeudamiento será menor para nuestro país. El tema es que no se dispare una crisis en Norteamérica.
«Se debe mantener el nivel de los rendimientos de los bonos entre 5,6% a 9,5% anual en dólares para poder refinanciar la deuda argentina, pero si la crisis en Estados Unidos se va a las nubes, a la Argentina le va a costar refinanciar la deuda con tasas que pueden llegar al 15%, como ocurrió durante la pandemia«, aclara Max de Criteria.
3. Depreciación del real de Brasil
La depreciación del real del Brasil, en torno al 5% en los últimos 30 días, lleva a encender las alarmas en Argentina respecto a una pérdida de competitividad de las exportaciones locales.
«En los últimos días se estabilizó la situación y es positivo. Mientras el real no supere los 5,8 por dólar no preocupa al mercado», detalla Max.
Cabe aclarar que este martes el real se ubicó en torno a los 5,65 por billete estadounidense.
4. Caída del precio de la soja y menos reservas
La caída del precio mundial de la soja a niveles debajo de los u$s400 también genera un menor ingreso de divisas por las exportaciones agrícolas.
«No ingresarán alrededor de u$s5.000 millones de la cosecha por el precio actual que tiene esta materia prima», subraya Max.
Este panorama se suma a un escenario de cepo cambiario en el que se encuentra limitado el ingreso de divisas a las reservas del Banco Central.
Justamente, a ello se le suma la continua venta de reservas registradas, debido a que en las últimas 10 ruedas la entidad monetaria vendió en 8 de ellas y arroja un saldo negativo en torno a los u$s300 millones.
«Hasta fin de año entre Bopreal, bonos provinciales y corporativos hay u$s2.500 millones que pagar, antes del pago de u$s4.400 millones de soberanos en enero 2025″, afirman desde Criteria.
A ello se suma al uso de reservas anunciado por el Gobierno para control de brecha, donde se dispusieron u$s1.900 millones para esa tarea, en un escenario en el que las tenencias netas del Banco Central son negativas en torno a los u$s4.000 millones.
«Entre el segundo semestre del 2024 y el 2025 se enfrentan vencimientos que rondan los u$s12.000 millones, tomando al Tesoro más BCRA. Por lo que se necesita una mejora en la percepción de la calidad crediticia y levantar el cepo cambiario para el ingreso de capitales», advierte Max.
En resumidas cuentas, los desafíos nacionales y del exterior son numerosos para el Gobierno. Por lo que un mundo más complejo puede condicionar los planes de la gestión del Presidente Javier Milei.
«Creo que el Gobierno va a ser exitoso en su plan pero el contexto mundial le baja la tasa de éxito porque se vuelve más complejo salir del cepo, algo que se requiere y es necesario para reactivar la economía», concluye Max.-