JERUSALÉN.- El Ejército israelí informó el lunes que alcanzó más de 1300 objetivos en el Líbano, en lo que describió como una de las rondas más intensas de ataques aéreos en casi un año de enfrentamientos con Hezbollah. Los ataques dejaron 356 muertos y 1240 heridos mientras el Ejército señaló que tiene previsto ampliar su campaña militar.
El ministro de Salud libanés, Firass Abiad, informó que los bombardeos israelíes dejaron un saldo de “356 muertos, incluidos 24 niños y 39 mujeres” en el día más mortífero para el Líbano desde la guerra de 2006 entre Israel y Hezbollah. Además, señaló que alrededor de 5000 personas han resultado heridas desde el martes, cuando se desató la tensión en la región tras la explosión masiva de beepers.
El portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel, el contralmirante Daniel Hagari, afirmó que la aviación israelí atacó hoy unos 1300 objetivos de Hezbollah en el Líbano.
En respuesta, Hezbollah lanzó más de 165 cohetes hacia el norte de Israel, alcanzando áreas cercanas a Haifa y varias instalaciones militares. Entre los objetivos estaban una base aérea y una planta de defensa en Galilea. Las sirenas antiaéreas se activaron tanto en Cisjordania como en el norte de Israel. Este era el primer ataque de largo alcance desde el 8 de octubre.
Hezbollah ha prometido continuar los ataques en apoyo a Hamas, mientras Israel informó este lunes que ampliará su ofensiva aérea contra arsenales de Hezbollah en el sur y el este del Líbano. Además, confirmaron haber realizado un ataque aéreo en Beirut, la capital libanesa, marcando el cuarto ataque a la capital desde el inicio del conflicto.
El ataque aéreo israelí en Beirut fue descrito como “selectivo”, y según fuentes de seguridad citadas por medios israelíes, el objetivo era Ali Karaki, alto comandante de Hezbollah y jefe del comando sur, responsable de la actividad militar del grupo en el sur del Líbano.
Karaki también es miembro del Consejo de la Yihad, el principal órgano militar de Hezbollah. Las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) anunciaron que proporcionarán más detalles sobre este “ataque selectivo” en breve.
Hagari, advirtió a los residentes del Valle del Becá, en el este del Líbano, que deben evacuar de inmediato las áreas donde Hezbollah almacena armas, ya que esas zonas están siendo objetivo de los ataques del ejército israelí.
“Pronto atacaremos en profundidad en el valle de la Becá, donde hay bienes estratégicos de Hezbollah en concentraciones de población”, dijo Hagari, quien ha insistido en que Israel atacará “objetivos terroristas” en esta zona del país y ha acusado al grupo de almacenar armamento en “edificios civiles”.
Antes de que comenzara la escalada con una oleada de explosiones de beepers el martes pasado, unas 600 personas habían muerto en el Líbano desde octubre, en su mayoría combatientes pero también más de 100 civiles.
El ejército israelí anunció la campaña de hoy en medios sociales, con una foto que mostraba al jefe del ejército, el teniente general Herzi Halevi, autorizando ataques adicionales desde la sede del ejército en Tel Aviv.
Halevi y otros líderes israelíes han prometido acciones más duras contra Hezbollah en los próximos días.
Órdenes de evacuación
El lunes por la mañana, Israel instó a la población en el sur del Líbano a evacuar viviendas o cualquier otro edificio donde afirmaba que había armas de Hezbollah, y afirmó que el ejército haría “extensos ataques” contra el grupo político y militar.
Era la advertencia de esa clase en casi un año de un conflicto que ha ido creciendo de forma paulatina, que seguía a un un intercambio de fuego especialmente intenso el domingo en el que Hezbollah lanzó más de 100 cohetes, misiles y drones al norte de Israel en represalia por ataques recientes que mataron a un importante comandante y a docenas de sus combatientes.
Medios libaneses dijeron que la gente había recibido mensajes de texto instándoles a huir de cualquier edificio donde Hezbollah almacene armas hasta nueva orden. “Si usted está en un edificio que alberga armas para Hezbollah, aléjese del pueblo hasta nueva orden”, indicaba el mensaje en árabe.
En un video dirigido a los civiles libaneses, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu les exhortó a acatar los llamados israelíes a que evacúen, diciendo: “Tómense en serio esta advertencia”.
“Por favor salgan de la zona de peligro ahora mismo”, declaró Netanyahu. “Una vez haya concluido nuestra operación, podrán regresar a salvo a sus casas”.
En consecuencia a los intensos bombardeos israelíes, numerosas familias del sur del Líbano se amontonaron en las carreteras el lunes, huyendo hacia el norte en busca de seguridad. Con un futuro incierto, se veían padres con sus hijos, valijas atadas a los techos de los autos, y el humo oscuro de los ataques elevándose detrás de ellos mientras escapaban de la violencia creciente.
El Ministerio de Salud libanés pidió a los hospitales en el sur del Líbano y el valle oriental de Beca que postergaran las cirugías que pudieran hacerse más tarde. El Ministerio dijo en un comunicado que su petición pretendía mantener hospitales listos para lidiar con las personas heridas por “la creciente agresión israelí sobre el Líbano”.
Un oficial del Ejército israelí dijo que el país se centra en operaciones aéreas y no tiene planes inmediatos de una operación terrestre. El oficial, que habló bajo condición de anonimato, dijo que los ataques pretendían acabar con la capacidad de Hezbollah de lanzar nuevos proyectiles a Israel.
El ministro de Información libanés, Ziad Makary, dijo en un comunicado que su oficina en Beirut había recibido un mensaje grabado diciendo a la gente que abandonara el edificio.
“Esto se enmarca en la guerra psicológica emprendida por el enemigo”, dijo Makary, que instó a la gente a “no prestar al asunto más atención de la que merece”.
En un primer momento no estaba claro cuánta gente se vería afectada por las órdenes israelíes. Las poblaciones a ambos lados de la frontera se han vaciado en su mayor parte debido a los intercambios casi diarios de fuego.
Netanyahu declaró también una “situación especial en el frente interno” en el conjunto del país en una jornada marcada por los ataques contra varias zonas del Líbano y ante el temor de una posible respuesta de Hezbollah.
La escalada de ataques y contraataques ha incrementado el temor a una guerra abierta mientras Israel sigue combatiendo al grupo palestino Hamas en Gaza y tratando de recuperar a decenas de rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre.
Hezbollah ha prometido continuar sus ataques en solidaridad con los palestinos y Hamas, que al igual que el grupo libanés recibe apoyo de Irán, mientras que Israel dice estar comprometida a que la calma vuelva a la frontera.
Presión internacional
Por su parte, el presidente iraní, Masud Pezeshkian, acusó este lunes a Israel de tratar de “ampliar” el conflicto en Medio Oriente y negó que su país desestabilice a la región. “Sabemos mejor que nadie que si una guerra estallase en Medio Oriente nadie en el mundo se vería beneficiado. Es Israel el que intenta crear un conflicto más amplio”, declaró en una mesa redonda con periodistas en la sede de Naciones Unidas en Nueva York.
Frente a esta escalada, Estados Unidos, al igual que China, exhortaron a sus ciudadanos a abandonar el Líbano.
El presidente Joe Biden reiteró este lunes que está “trabajando para lograr una desescalada” al tiempo que el Pentágono anunció que enviará a un “pequeño número” de tropas adicionales a la región.
La Fuerza Provisional de las Naciones Unidas para el Líbano (Finul) advirtió que “cualquier escalada de esta peligrosa situación podría tener unas consecuencias devastadoras y de gran alcance”.
Agencias AP y AFP
LA NACION