Disrupción, innovación y creatividad marcaron la nueva edición del summit de Bienestar & Salud que desde hace cuatro años organiza LA NACION. Bajo el lema “Secretos para vivir más y mejor”, el cuarto capítulo de este ciclo arrancó con fuerza: desde una presentación en vivo en compañía de un perro a cargo del economista y periodista Sebastián Campanario, hasta la ambientación de una habitación diseñada para destacar la importancia del buen descanso y su impacto en distintos aspectos de la vida, además de la presencia del galardonado chef Antonio Bachour, que preparó un postre saludable sin azúcar.
El dinamismo de las charlas mantuvo a la audiencia atenta que siguió el encuentro en vivo a través de la web de LA NACION y YouTube. Desde la felicidad y el amor, hasta rutinas que promueven la longevidad, pasando por técnicas para mejorar el sueño, hábitos para cuidar la mente y todos los avances en investigación clínica, un sector esencial para impulsar el desarrollo y la innovación farmacéutica en la Argentina, fueron algunos de los temas claves que se trataron y que marcaron la agenda que viene en el sector.
Con una pomerania en los brazos, el periodista y economista Sebastián Campanario, autor del libro El futuro del bienestar, destacó la importancia de “volver a lo simple” y redescubrir los aspectos esenciales de la vida, representados por los hábitos de los perros que “duermen bien, se levantan y se estiran, salen a caminar, socializan, expresan sus sentimientos y bostezan”, sostuvo. Y continuó: “Una serie de comportamientos que bien podrían formar parte de un podcast del neurocientífico Andrew Huberman”. Remarcó cómo la tecnología avanzada y los hábitos simples conviven en las últimas tendencias de bienestar y aseguró que la clave está en encontrar un equilibrio entre estos dos mundos.
2. La investigación clínica, esencial para el desarrollo
Generaciones atrás, la expectativa de vida en la Argentina rondaba los 65 años y, si se retrocede aún más en el tiempo, ese número tiende a reducirse. Sin embargo, gracias a los avances en investigación clínica, se han descubierto nuevos tratamientos, curas y métodos de prevención que elevaron el promedio a los 75 años.
La Argentina cuenta con un gran potencial en la industria de la salud, con la posibilidad de crecer y proyectarse con mejores resultados. Los especialistas destacan que este crecimiento está respaldado por la profesionalidad de los recursos humanos y la calidad de expertos del país. Sin embargo, el avance enfrenta obstáculos relacionados con normas, regulaciones y burocracia. “Hoy, el desarrollo de una molécula de una droga innovadora cuesta alrededor de US$2500 millones. En promedio, de cada 100 estudios clínicos que cuestan eso, solo entre uno y cinco moléculas se aprueban. Es un riesgo elevado que afronta el sector privado porque, obviamente, las oportunidades en términos de impacto en el sistema sanitario son muy altas”, reflexionó Gastón Domingues Caetano, presidente de la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (Caeme) y Biohope.
Con una perspectiva diferente, Jorge Otamendi, socio de G. Breuer, cuestionó: “¿Quiénes hicieron más para que hoy tengamos un promedio de vida más alto? ¿Los que investigaron o los que copiaron? Los que investigaron. Por eso es tan importante contar con un buen sistema de patentes y protección de datos de prueba, porque en la Argentina violamos un tratado internacional que el país firmó”.
Con los temas puestos sobre la mesa, los especialistas son optimistas sobre el futuro de la industria. “Creemos que la inversión podría triplicarse o incluso quintuplicarse si contáramos con un entorno más favorable, con una discusión proactiva sobre qué tipo de propiedad intelectual queremos, qué normas necesitamos y podemos tener y cómo crear un ambiente donde se protejan estos datos de prueba. La Argentina podría captar mucho más de esos US$240.000 millones que se invierten a nivel mundial en investigación clínica”, concluyó Domingues Caetano.
La pandemia marcó un antes y un después en la salud de los argentinos y provocó un cambio sustancial en el ámbito empresarial. El mundo corporativo se volvió más consciente de la importancia de priorizar la salud y el bienestar de sus empleados para generar entornos laborales más sanos y, a su vez, mejorar los resultados. “Hoy estamos en una etapa en la que la esperanza de vida es mayor, pero también existe una nueva perspectiva: las personas no solo quieren vivir más, sino también vivir mejor. En ese sentido, todo lo vinculado con bienestar pasa a ser primordial”, explicó Cristian García Sarubbi, director de Comunicación y Desarrollo Humano del Grupo OSDE.
Además, señaló que desde la compañía se consideran agentes de cambio con la responsabilidad de “evangelizar” o “educar” en este ámbito. “Esta búsqueda de vivir mejor se puede encontrar incluso 500 años a.C. con el budismo o los estoicos como Séneca”, detalló Sarubbi. Subrayó que, tras la experiencia “traumática de la pandemia”, el trabajo se ha vinculado mucho con el desafío de “amigarnos con la incertidumbre, pero, al mismo tiempo, ser dueños de nuestro destino”. Afirmó que la inseguridad es una constante, pero enfatizó que aun en este contexto “hay un camino y un plan que se puede trazar”.
En línea con la importancia de ser más conscientes de la necesidad del bienestar, Oscar Antonio Castillo Bravo, gerente de Marketing de Piero, resaltó que los argentinos descansan mal y comentó que es una preocupación para la compañía que continuamente desarrolla investigaciones vinculadas a este tema. “Hay un estudio que indica que casi el 60% de los argentinos no tiene un descanso adecuado, debido a factores sociales, económicos y de salud”, señaló.
Castillo Bravo explicó que durante las ocho horas promedio recomendadas para el descanso diario tienen lugar muchos procesos para la salud, que las personas hoy están resignando, al descuidar el sueño. “Lo más preocupante es que mucha gente no solo duerme menos de lo aconsejado, sino que tampoco registra que está mal lo que está haciendo”, agregó.
También destacó que existen estímulos que dificultan un buen descanso, muchos de los cuales son generados por las propias personas: “Hay estímulos sociales, como usar el celular hasta tarde, no poder conciliar el sueño y quedarse despierto con la televisión prendida, que interfieren en la calidad del descanso. Y este problema no se lleva a un consultorio médico”.
Su preocupación está puesta en las nuevas generaciones, que “duermen aún menos”. En este sentido, están trabajando intensamente para adaptarse a ese nuevo consumidor, con estilos de vida diferentes. “Existen estudios psicológicos sobre las patologías derivadas del bajo nivel de descanso en los jóvenes y cómo esto afecta su rendimiento en el aprendizaje”, subrayó.
4. La prevención, fundamental para una sociedad sana
Por su parte, OSDE está activo en la promoción del bienestar de sus colaboradores y de la comunidad y creó una fundación y una gerencia desde la cual trabaja en la promoción y prevención de la salud. “Generamos contenido de valor para las diferentes audiencias, relacionado con el bienestar. A través de la fundación, nos pusimos como objetivo llegar a la comunidad”, comentó García Sarubbi. En este sentido, destacó varias charlas que impulsaron, como la presentación del libro Cómo salir del pozo, de Andrés Oppenheimer, así como talleres sobre la generación silver y la inteligencia artificial. “La gente se va con información de calidad y con ganas de cambiar”, resaltó el ejecutivo.
Según García Sarubbi, “la gente demanda una salud nórdica, que incluye alimentación y hábitos saludables y poder descansar mejor”. A la vez, señaló que la situación económica es más delicada y, en ese sentido, acciones simples como sonreír, tratar bien al otro o emplear las palabras adecuadas cuando nos dirigimos a un compañero de trabajo son el puntapié inicial para vivir mejor el día a día.
Desde la compañía desarrollaron un programa de bienestar para los colaboradores llamado One life, en el que tratan temas como la alimentación consciente, la meditación, el mindfulness, la tecnología aplicada a la salud y los temas financieros para poder planificar mejor la adultez, entre otros. “Ya pasaron más de 960 colaboradores, de los 6000 que somos. Queda continuar con esta evangelización del bienestar a través de distintas plataformas, para lo cual estamos evaluando el desarrollo de un laboratorio de la felicidad con una universidad prestigiosa”, reveló García Sarubbi.
En una era en la que los avances tecnológicos y científicos permiten conocernos en mayor profundidad, la personalización de la medicina no es solo un lujo, sino una necesidad para maximizar el bienestar, reducir riesgos y optimizar el uso de los recursos de salud. “La medicina de precisión es como tener un traje a medida”, afirmó Patricia Biolchi, directora médica de AstraZeneca Cono Sur.
Para ella, no es solo una estrategia innovadora, sino una necesidad urgente para mejorar la atención de los pacientes. Este enfoque permite adaptar el diagnóstico y seguimiento según las características individuales de cada persona, teniendo en cuenta factores genéticos, moleculares y ambientales. En lugar de aplicar un tratamiento estándar para todos, la personalización se convierte en la clave para maximizar los resultados y minimizar los efectos adversos. “Un tratamiento que puede ser efectivo para un paciente no necesariamente funcionará en otro; esa variabilidad es justamente lo que busca abordar este enfoque”, explicó la experta en salud.
Este nivel de personalización, además de mejorar la calidad de vida de los pacientes, optimiza los recursos del sistema de salud: al evitar hospitalizaciones innecesarias y detectar patologías de manera temprana, se reducen los costos asociados a tratamientos prolongados y complicaciones derivadas.
6. La respiración y su poder para manejar las emociones
Párrafo aparte merece la respiración, que es crucial para el funcionamiento del organismo. “Por un lado, asegura una buena oxigenación celular, lo que se traduce en un mejor metabolismo, más energía biológica, fuerza, resistencia y potencia; por otro, los músculos respiratorios juegan un rol importante en la estimulación del sistema nervioso, especialmente en lo referente a las funciones autónomas”, detalló Daniel Fersztand, autor del libro Respiración e inteligencia emocional y uno de los protagonistas de la jornada. Por último, afirmó que la respiración es un recurso muy eficiente para mejorar la concentración y regular los niveles de ansiedad, y profundizó en las técnicas para regular el ingreso de aire y relajar el diafragma, un músculo en continua tensión.
La música y la danza aportaron la cuota de distensión, descontracturando a la audiencia con su magia. La bailarina Teresa Marcaida fue la encargada de abrir el encuentro con la melodía Despertar, de Erik Satie. Por su parte, Alejandro Beraldi, violinista del Teatro Colón, cerró el summit con el intermezzo sinfónico de la ópera Thais, de Jules Massenet, y con el segundo movimiento de Invierno, de Las cuatro estaciones, de Antonio Vivaldi. Fueron momentos conmovedores que permitieron conectar con las emociones, en una profunda sensación de bienestar. ß
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