Expertos explican si podrán alinearse el dólar oficial y el paralelo antes de fin de año

El dólar blue y las divisas financieras, Contado Con Liquidación y MEP en el inicio de la semana acentuaron el sendero bajista impulsados por un conjunto de factores, entre ellos, la prórroga del blanqueo de capitales hasta fin de este mes.

Y los analistas prevén que el veranito cambiario continuará. Sin embargo, hay un debate creciente en la City sobre cuándo podrán converjer el dólar financiero y el tipo de cambio oficial. Algunos estiman que esto podría ocurrir recién para fines de diciembre o el próximo año, mientras que otros directamente no lo ven factible.

Este debate se da en momentos en que el ministro Luis Caputo se mostró firme sobre el tema: «Cuando el dólar estaba a $1.500 en junio, salieron todos los agoreros a decir que perdimos la posibilidad de salir del cepo, que el dólar se iba a dos mil… ¿Qué dije yo? Que el dólar iba a converger al tipo de cambio oficial. No es optimismo, es que sabemos lo que estamos haciendo. Eso es lo que va a pasar».

Asimismo, Caputo definió que «saldremos del cepo cuando no genere estrés ni en la gente ni en la economía«, por lo cual, la mayoría de los expertos vislumbra que el levantamiento no será en lo que resta de este año.

Dólares paralelos: factores clave

El dólar blue cerró el martes a $1.175, su menor valor desde mediados de mayo. Los analistas estiman que los dólares paralelos pueden seguir bajando de la mano del blanqueo que se extendió hasta fin de mes, las apuestas por el carry trade, la falta de plata en la calle, y la estrategia de intervención oficial, entre otras razones.

No obstante, los expertos plantean que esta semana hay varios datos que el mercado monitoreará y que son claves para mantener la paz cambiaria que, advierten es frágil porque se sustenta en factores transitorios.

Al respecto, los analistas de la sociedad de Bolsa Cohen remarcaron que este jueves se conocerá el dato de inflación de septiembre, y el mercado estará atento a si se logra perforar la barrera del 4, como es la expectativa tras la baja de la alícuota del Impuesto PAIS. De no cumplirse esa perspectiva, no sería una buena señal.

Y es que algunas dudas sobrevuelan luego de que este lunes se conoció queel índice de Precios al Consumidor en la Ciudad de Buenos Airesen septiembre se ubicó en 4%.

Por otra parte, el miércoles se realizará la primera licitación de deuda del Tesoro de este mes, luego de que en la última subasta solo se renovó el 67% de los vencimientos. En octubre vencen en total $6,4 billones.

«El mercado observará con atención la capacidad del Tesoro para retener los pesos que vencen», destacaron en Cohen. Y es que el riesgo siempre es que los pesos que queden dando vueltas migren hacia los dólares paralelos que se perciben baratos.

En Cohen también subrayaron que en un contexto de reservas netas negativas en torno a u$s6.000 millones y en donde el Banco Central arrancó la semana con magras compras de u$s1 millon el mercado, también «vigilará la evolución de las intervenciones del BCRA en el mercado cambiario».

«Las variables clave a monitorear serán la liquidación del agro y la dinámica del crédito en dólares, que podrían compensar el aumento esperado en los pagos de importaciones a partir de hoy. Si bien la brecha cambiaria se mantendría estable, habría una presión alcista debido a la ausencia de la moratoria y la liquidación anticipada de Bienes Personales», advirtieron.

Asimismo, los analistas vislumbran que el factor político es el principal riesgo que puede presionar sobre la paz cambiaria. Y otra variable crucial es si se acelera fuerte la salida de los bancos de los dólares blanqueados. Entre el 1 y el 3 de octubre -último dato oficial disponible- los depósitos en dólares cayeron u$s 417 millones.

Para el analista financiero Christian Buteler son dos los factores que pueden llegar a hacer ruido: «Si el Gobierno pierde por paliza en el Congreso con la nulidad del veto a la ley de financiamiento universitario. Y, por otro lado, si ves que salen los depósitos en dólares de forma fuerte«, y acotó que «en ese caso, el ambiente puede llegar a cambiar, auque igual no veo que eso por sí solo pueda provocar una estampida, pero sí puede haber algún cambio en esta tendencia que vemos del dólar».

En Cohen también afirmaron que «en el ámbito político, las miradas estarán puestas en el Congreso, donde la oposición intentará sesionar y alcanzar los dos tercios necesarios para bloquear el veto presidencial a la Ley Universitaria».

«La ley fue aprobada originalmente con casi dos tercios de los votos y 36 ausentes, por lo que la posibilidad de que el Parlamento logre rechazar el veto no está descartada. En caso de que el Gobierno pierda esta pulseada, el equilibrio fiscal no se vería comprometido (ya que su costo representa solo el 0,14% del PBI, una cifra que podría compensarse fácilmente). Sin embargo, esto podría exponer la debilidad política del oficialismo y restarle fuerza al ‘vetaré todo aumento del gasto’ que señaló el Presidente y que trajo tranquilidad a los tenedores de bonos. Representaría un golpe para el Gobierno, generando mayor incertidumbre», evaluaron.

Converjencia entre dólar oficial y paralelos: debate en la City

El analista financiero Gustavo Ber cree que «en el actual contexto económico-financiero puede continuar el proceso de convergencia, posiblemente hacia cerca de los $1.050, $1.100 hacia fines de diciembre, un nivel que aún resultaría competitivo, más allá de la apreciación cambiaria que se viene acumulando».

«Este proceso se daría por la desinflación, que continuaría reduciendo la nominalidad de la economía, en combinación con el ancla fiscal, dentro del plan de ordenamiento de la economía», alegó.

Para Glustein, «para fin de año podría haber una convergencia o una cercanía entre el dólar oficial y paralelos, más cerca de los $1.100, pero no sabemos si es un valor estable porque dependerá de cómo se resolverán las tensiones».

Asimismo, Mauro Carrizo, asesor financiero de Cocos Capital, dijo que «vemos a un tipo de cambio con tendencia a la baja por la oferta de dólares del blanqueo, más allá de que hay cierta apreciación cambiaria de mercados emergentes que genera cierto viento de cola».

Pero recalcó: «No vemos una convergencia cambiaria en donde se sitúa hoy el tipo de cambio oficial (zona de $900/$1000) sino más cerca de los valores actuales (siempre tomando en cuenta valores reales)».

Sin embargo, las opiniones están divididas. La economista Natalia Motyl, por ejemplo, comentó a iProfesional que «veo que hay un acercameinto de los dólares financieros, aunque no prevemos que esto se vaya a dar para finales de año, sino más bien a partir del 2025, con una convergencia cercana a los $1.100″.

«Esto se da en un contexto en el que la desaceleración de la inflación, más la entrada de capitales por el blanqueo y el RIGI y un contexto internacional favorable para emergentes va a generar una mayor oferta de dólares y menor demanda de dólares que hará presionar a la baja el tipo de cambio», explicó.

Para Ignacio Zorzoli, Director de Finanzas del Centro de Estudios Económicos Argentina (CEEAXXI) «es factible que se produzca la unificación de los dólares financieros hacia el oficial porque la cantidad de pesos en la plaza es muy escasa y porque el mercado le cree al Gobierno y a su plan de no devaluar ni cortar el crawlig peg al 2% mensual». Según su visión, «no hay excedentes para irse al dólar» por lo que estimó que las divisas paralelas «seguirán bajando».

Por su parte, Manuel Ilzarbe, analista de activos financieros de Wise Capital, sostuvo que «en cuanto a los dólares financieros, estimamos que se mantendrán estables en los niveles actuales». Sin embargo, afirmó que no ven factible que converjan hacia el dólar mayorista «sin que antes ocurra un pequeño ajuste cambiario».

Por su parte, Buteler esgrime que «la baja que se ve en los dólares es producto de la intervención», y si el Gobierno realmente estuviese confiado y creyese que con su política fiscal, monetaria y de desinflación, el CCL y el MEP tenderían a ir al tipo de cambio oficial, no intervendría».

«No veo factible ese escenario. Es cierto que no hay plata en la calle y la gente que se sobredolarizó el año pasado, hoy está vendiendo los dólares porque necesita llegar a fin de mes. Pero eso no es muy sostenible en el tiempo. Entonces, antes de lograr esa convergencia entre los dólares libres y el dólar oficial, la situación se va a poner tensa», advirtió.

«Los que están comprando los dólares son las manos grandes porque perciben que están baratos. Al verlo mucho más abajo, el mercado en algún momento va reaccionar, y me parece que va a ser antes de converja al dólar oficial», vaticinó.

En sintonía, Maximiliano Ramírez, director de la consultora Lambda, argumentó que la macroeconomía no está para que suceda esa convergencia.

«Hoy los drivers macroeconómicos no están como para que suceda eso, teniendo en cuenta que tendría que empezar a haber demanda de dólares,en un contexto donde el régimen de importaciones se tendría que empezar a activar. Veo complicado llegar a esos niveles.Si bien hoy estas teniendo un veranito deberías comenzar a ver una demanda un poco más fuerte», fundamentó.

En ese contexto, Ramírez estima que los dólares financieros podrían oscilar entre $1.200y $1.250 en octubre.

Salida del cepo: tras los dichos de Luis Caputo, ¿para cuándo la ven?

Sobre las declaraciones de Caputo acerca de que «saldremos del cepo cuando no genere estrés ni en la gente ni en la economía», la consultora Outlier consideró: «Los dichos del ministro confirman varias cosas que venimos sosteniendo en nuestro escenario base. La primera es que hay una baja predisposición a flotar y que claramente eso es lo que condiciona la salida del cepo».

Y es que alegó que «no flotar o flotar muy sucio requiere de un nivel de liquidez en moneda extranjera que hoy el BCRA no tiene y que es costoso conseguir con cepo. Lo cual demora la salida y deja a todas las condiciones que se fueron formulando durante estos meses en segundo plano«.

Motyl opinó que «lo que Caputo quiso decir con eso del estrés es que se haya resuelto el problema en el balance del BCRA, que se saquen todos los pesos y que una salida no genere una crisis de confianza por exceso de pesos». Y acotó: «Viene en consonancia con lo que decía Milei así que para 2025 ya estaríamos saliendo del cepo».

A su vez, Ramírez opinó que «lo que te está diciendo es que hoy no va a salir del cepo;  el estrés en un país como Argentina es constante». 

«¿Cuándo se sale?Hoy mantener el cepo es una condición necesaria para sostener las anclas cambiarias. El objetivo principal es reducir la inflación. Si hoy saca el cepo, esas condiciones no las va a poder mantener. Sacar el cepo implica que va a haber turbulencias y eso no es lo que está buscando el gobierno. Me parece que la salida del cepo está muy lejos», razonó.

A su vez, Carrizo alegó que «si tomamos lo que dijo Milei en su ultimo discurso en Wall Street, saldremos del cepo cuando la inflación corra al ritmo del crawling, y salvo que aceleren el crawling, no vemos a la inflación corriendo al 2% al menos de corto plazo».Y agregó que «de hecho, si vemos el REM, creen que la inflación perfora en marzo recién el 3%, con lo cual, viendo ese escenario, luce algo lejano salir del cepo».

Por su parte, Ilzarbe plateó que «desde nuestra perspectiva, el Gobierno debería aprovechar los flujos de dólares generados por el blanqueo de capitales para seguir levantando restricciones para lograr así conocer la demanda genuina hacia el dólar».

«Prevemos una salida del cepo cambiario en el primer trimestre de 2025, con el objetivo de llegar a las elecciones del próximo año sin controles cambiarios y con una inflación bajo control», señaló.

Ber concordó que «la salida del cepo estimo que podría darse, de continuar los avances en la normalización económica, en el primer trimestre de 2025, además de contar con fondos frescos para fortalecer las reservas y seguir progresando en la desinflación y desde el frente monetario».

Glustein también avizora más probable la salida del cepo «para el primer trimestre de 2025». Y estimó: «Los dólares paralelos podrían seguir bajando, para diciembre tener cierta convergencia, liberar algunas resistencias cambiarias leves para luego, enfocarse en las más importantes.Es un camino que requiere de una estabilidad de un plazo más largo. Y en ese aspecto, si se sale del blanqueo favorable y sin sobresaltos que afecten la calma cambiaria, sumando a la aprobación del Presupuesto podría decantar en una correcta liberación de las restricciones más duras».

Zorzoli dijo que «esperamos que la salida del cepo sea luego de una acumulación de reservas más profunda». Y sostuvo que «la salida del cepo va a estar supeditada a que no se lleve adelante una devaluación que comprometa nuevamente la baja de inflación; la otra pata necesaria para dejar atrás el cepo es fiscal, ya que se trata de eliminar lo que queda del Impuesto País, y para eso deberán o hacer algun recorte más en el gasto o recaudar más vía recuperación económica».

Por su parte, la consultora 1816 cree que «el Gobierno tiene dos opciones con el cepo: liberar los controles de cambio relativamente pronto (de aquí a enero de 2015) o postergar esa liberación hasta después de las elección de octubre de 2015″.

«Lo planteamos así porque suponemos dos cosas: que difícilmente pueda unificarse y mantenerse el dólar en niveles similares al oficial, de modo que será necesario un ajuste cambiario; y que el Ejecutivo querría evitar los riesgos de unificar en la previa los comicios», fundamentó.

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