Existen personajes en la historia universal que cambiaron para siempre la manera de entender y configurar el mundo. Uno de ellos fue Cristóbal Colón, que en 1492 arribó -de casualidad- al continente americano mientras buscaba, por pedido expreso de los Reyes Católicos de España, una nueva ruta comercial hacia la India. Tras su muerte surgieron diferentes mitos sobre su origen, los cuales perduraron por siglos, hasta que una reciente investigación reveló cuál sería su sitio de nacimiento. Y no fue Italia.
El 10 de octubre, el canal público español RTVE, junto con catedráticos de la Universidad de Granada, afirmaron que los restos enterrados bajo la Catedral de Sevilla coinciden con el ADN de Cristóbal Colón. Para sorpresa de muchos, durante los más de 20 años que llevó esta investigación sobre sus huesos, los científicos se mostraron reticentes a confirmar que el cuerpo depositado allí era del navegante. Hasta ahora.
No obstante, se esperó hasta el 12 de octubre para dar a conocer una de las informaciones que según los especialistas podría cambiar por completo la historia de Occidente, ya que el origen natal de Colón no es genovés, pero tampoco portugués, sino que, de acuerdo a los análisis detallados, pudo ser judío sefardí.
Colón ADN. Su verdadero origen: así se tituló el documental sobre el navegante que tuvo un rol preponderante en la expansión del imperio español sobre América. En este proyecto, a cargo del forense José Antonio Lorente, se definió que Colón no era cristiano y tampoco genovés.
A lo largo del estudio, los expertos recolectaron información de diferentes países europeos en donde se decía que Cristóbal Colón era de Portugal, Cataluña, Galicia, Guadalajara, Ibiza, Mallorca y Noruega.
En ese documental, Lorente explayó la hipótesis más certera acerca de la cuna del navegante: “Colón era un judío sefardita, siguiendo las tradiciones y costumbres judías. Tuvo maestros judíos que le enseñaron la religión judía, pero, eso sí, en la esfera pública, aparentemente, era cristiano. Según mi teoría, nace en una familia de tejedores de seda de Valencia, donde había una larga tradición dentro de la comunidad judía de tejedores de seda”.
Cuando se lo señaló como procedente de Génova, en el norte de Italia, los científicos forenses detallaron que en la Edad Media vivían en España 200.000 hebreos sefardíes, mientras que en la península Itálica, cerca de 55.000. Debido a las presiones culturales, en el siglo XII se expulsaron a todos los judíos de allí. En el territorio español, los Reyes Católicos lo hicieron en 1492.
En esta investigación participaron científicos de diferentes países, como Australia, México, Estados Unidos, Italia y España. En la prueba se analizaron 25 posibles orígenes del almirante y, finalmente, se redujeron a ocho las ciudades candidatas a ser la cuna de Colón. Así lo indicó El País en referencia a las hipotéticas regiones de donde habría provenido.
Otro dato sobre el lugar de nacimiento de Cristóbal Colón es que en Génova no posee descendencia o ascendencia pero en España sí: la familia Colón de Carvajal pertenece a la línea genealógica del navegante y uno de sus integrantes participó en el documental. En tanto, un tercer dato mostró que él nunca escribió en italiano o específicamente en el dialecto genovés, pero sí en español.
Para los médicos forenses y para el autor de este trabajo, Colón ocultaba algo y por ello nunca se logró identificar su país natal. Para ellos, esto sucedió porque era judío sefardí y se hizo pasar por cristiano para evitar la Inquisición. De momento, este trabajo quedó dentro del ámbito universitario y se espera que alguna revista científica publique los datos recolectados, a pesar de que choque con la idea de que el navegante era genovés.
LA NACION