Este lunes, la vicepresidenta Victoria Villarruel mantuvo una audiencia con el papa Francisco en el Vaticano, y su elección de vestimenta no pasó desapercibida. La vicepresidenta lució un vestido negro sobrio, acompañado de una delicada mantilla, siguiendo el protocolo establecido para las visitas al sumo pontífice.
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El uso de prendas negras y la mantilla en audiencias con el papa forma parte de un protocolo de larga data que también han seguido figuras como Karina Milei, Cristina Fernández de Kirchner y Fabiola Yañez.
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Tradicionalmente, el color negro simbolizaba las virtudes de la piedad y la humildad.
Según el protocolo conocido como «Il privilegio del bianco», solo siete mujeres, como la reina Letizia de España y la princesa Charlene de Mónaco, están exentas de vestir de negro en presencia del papa, pudiendo optar por el color blanco.
El privilegio del blanco, conocido en francés como privilège du blanc y en italiano como privilegio del bianco, es una distinción especial otorgada a ciertas reinas católicas y consortes de monarcas católicos que les permite vestir de blanco en audiencias con el papa, mientras que el resto de las mujeres debe usar prendas negras.
Este privilegio se remonta a la historia de la Iglesia católica como una muestra de agradecimiento a las casas reales que permanecieron leales al catolicismo durante la expansión del protestantismo en Europa.
Villarruel explicó en su cuenta de Twitter que el uso de la mantilla fue un detalle especial: «Las mujeres debemos vestir de negro. Hoy la mantilla es optativa en el protocolo, pero la que usé era de mi abuela y me hacía ilusión poder usarla». Este gesto, además de cumplir con las normas de etiqueta, llevó un recuerdo familiar al encuentro con el Santo Padre.
Qué dice el protocolo del Vaticano respecto a la vestimenta de las mujeres
El protocolo vaticano dicta que las mujeres deben vestir de negro, con prendas de manga larga que cubran las rodillas y sin escotes ni adornos llamativos. Aunque el uso de la mantilla es opcional, la vestimenta negra sigue siendo un signo de respeto en presencia del papa.
Además, en el caso de los hombres, se recomienda el uso de trajes oscuros formales y dirigirse al líder religioso como «su santidad».
Desde la década de los 80, las normas de vestimenta han sido opcionales en muchos eventos oficiales, como se evidenció en la misa de inauguración del papa Benedicto XVI en 2005, donde varios jefes de Estado y diplomáticos optaron por vestimentas menos formales.
A pesar de estas normas, un portavoz del Vaticano aclaró que el papa es relajado en cuanto al protocolo: «No hay un código de vestimenta estricto», aseguró. Sin embargo, a lo largo de la historia, el negro prevaleció como símbolo de respeto y formalidad en las audiencias con el pontífice, como lo reflejó Villarruel en su visita al Vaticano.