Si bien la hora de apertura estaba prevista para las 19, desde temprano miles de personas se fueron acercando a las puertas de los diferentes museos porteños a fin de disfrutar la nueva edición de La Noche de los Museos, uno de los eventos más esperados de la agenda cultural porteña.
Así fue como se formaron largas colas en los principales museos, algunas de las cuales sobrepasaron los cien metros de extensión.
De acuerdo con estimaciones oficiales, cerca de un millón de vecinos y turistas visitaron y recorrieron los más de 250 museos que se sumaron a la movida cultural más esperada de Buenos Aires.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
Entre los más requeridos se destacaron el Planetario, espacio en el que se realizó la apertura oficial del evento, el Moderno, las diferentes sedes del Museo de la Ciudad, el de Arte Decorativo, el Malba, los museos nacionales de Arte Decorativo, Bellas Artes e Histórico Nacional.
La Torre Monumental (ex-Torre de los Ingleses) fue otro de los espacios que concitaron la atención de los visitantes. En este sentido, las fotos y selfies desde el mirador de la Torre fueron una de las actividades más realizadas por los visitantes del lugar.
En la planta baja, en tanto, los más chicos pudieron disfrutar del taller de estampado de remeras que se instaló para la ocasión.
El sur de la Ciudad fue uno de los grandes protagonistas de esta edición de La Noche de los Museos. Los visitantes recorrieron los barrios más emblemáticos de la zona sur disfrutando de las propuestas culturales y educativas que permitieron conocer la historia y el patrimonio porteño de manera única. En Plaza de Mayo, por ejemplo, se organizaron visitas guiadas que exploraron la rica historia del lugar, desde los primeros momentos de la Revolución de Mayo hasta la actualidad. El equipo de guías contó relatos sobre los edificios históricos que rodean la Plaza, como la Casa Rosada y la Catedral Metropolitana.
Otro de los barrios que no pasaron desapercibidos para quienes disfrutaron de la movida cultural fue La Boca. En este caso el Museo del Cine realizó una proyección especial de la película Invasión, con música en vivo de Haras Düsseldorf, y un recorrido guiado por la muestra ampliada en homenaje a los 50 años del Museo. Por su parte, el Colón Fábrica ofreció una gran oportunidad para apreciar el detrás de bambalinas, ya que ahí se guardan y exhiben la escenografía, la utilería y el vestuario de las más emblemáticas óperas y ballets que pasaron por el Teatro Colón.