En los últimos tiempos, la creación de contenido digital para redes –y su monetización– está dejando de ser un hobby para el tiempo libre y se está volviendo una opción laboral atractiva para mucha gente. Esto está impulsado, por ejemplo, por casos de éxito resonantes como el de Paulina Cocina o el Blog del Viajero Frecuente de Si Chandler.
Por eso no es raro que aparezcan instituciones educativas como la flamante Escuela de UGC (Contenidos Generados por el Usuario).
Esta empresa intenta ayudar a los interesados en la creación de contenido digital para transformar el hobby en una opción laboral, creando contenidos monetizables y retribuidos en plataformas como Instagram, TikTok, YouTube y Spotify, entre otras.
Esto no les gusta a los autoritarios
El ejercicio del periodismo profesional y crítico es un pilar fundamental de la democracia. Por eso molesta a quienes creen ser los dueños de la verdad.
La Escuela de UGC, que afirma ser una de las primeras academias dedicadas exclusivamente a la formación de creadores de contenido, comenzó a operar en marzo de este año, dirigida por Julián Ocampo, un emprendedor con experiencia en los negocios online.
Ocampo considera que hoy las redes sociales son uno de los canales de comunicación y marketing más importantes de las empresas. Y necesitan creadores de contenido efectivos para conectar con sus audiencias y clientes.
“Pero a las marcas les está resultando cada vez más complejo encontrar perfiles de creadores que puedan aportar contenido relevante, profesional y alineado a sus objetivos comerciales. Por eso armamos la Escuela de UGC para ofrecer capacitaciones a sus alumnos con herramientas esenciales para que generen contenidos sólidos, profesionales y útiles para ellos y para los usuarios y clientes”, cuenta Ocampo.
Propuesta. La propuesta de la Escuela es ambiciosa y abarca las diferentes aristas de la producción de contenido. El programa actual se desarrolla en un curso de tres meses, y en esas clases participa una docena de especialistas que van acompañando a los estudiantes en mentorías diarias.
“Cada mentor aporta su conocimiento sobre estrategias de negocio, creatividad, automatización de procesos, inteligencia artificial y desarrollo personal, a cargo de un coach ontológico”, detalla Ocampo.
Uno de los atractivos de esta academia es su bolsa de trabajo, el espacio que conecta a sus alumnos con empresas y marcas para facilitarles contactos laborales mientras perfeccionan sus estudios. De esta manera, los estudiantes tienen la oportunidad de trabajar en contenido profesional desde el inicio del curso, generando ingresos y posicionándose en el mercado como creadores independientes.
Según cuentan en la academia, “ya tenemos 400 estudiantes de diferentes países, con mayoría argentina, pero también provenientes de Colombia, México, Estados Unidos, España, Chile y Uruguay. Del total, el 80% son mujeres, y muchas de ellas han optado por dedicarse de lleno a la creación de contenido tras pasar por esta capacitación”.
Y asegura que algunos de estos alumnos ya lograron dejar sus empleos para dedicarse a tiempo completo a la producción de contenido, generando ingresos desde la comodidad de sus hogares y colaborando con pequeñas y medianas empresas.