Varias ciudades de Estados Unidos experimentarán intensas nevadas el próximo invierno. Sobre todo, aquellas ubicadas en el noreste y medio oeste, donde el “efecto lago” es un factor determinante. Este fenómeno climático es conocido por aumentar las precipitaciones de nieve en zonas cercanas a los Grandes Lagos, y en ciudades como Buffalo y Syracuse, en el estado de Nueva York, se prevén nevadas superiores a la media. De acuerdo con los pronósticos de AccuWeather, algunas ciudades del noreste y medio oeste recibirán acumulaciones de nieve destacadas, mientras que en otras regiones la nieve será más moderada.
Una de las ciudades que enfrentará las mayores nevadas esta temporada será Siracusa, en Nueva York, que superará los 300 cm de nieve y será una de las urbes más afectadas por este fenómeno en toda la región. En Búfalo se espera que la nieve acumulada oscile entre 190 a 254 cm este invierno, cuando el promedio anual histórico es de unos 242 cm. Este incremento será impulsado por el “efecto lago”, que potencia las tormentas de nieve al cruzar el lago Erie. En la temporada pasada, la ciudad registró 181 cm de nieve, un nivel que, según las proyecciones, será superado este año. Una situación similiar vivirá Rochester, donde se pronostica entre 200 y 250 cm, acumulación impulsada por su cercanía al lago Ontario.
Aumento de nevadas en Boston y Filadelfia
En Boston, donde las nevadas fueron más suaves en los últimos años, se anticipa un incremento en la acumulación de nieve para esta temporada. El promedio histórico de Boston es de 125 cm, aunque el invierno pasado solo alcanzó 25 cm.Ahora, los meteorólogos pronostican entre 76 a 102 cm, resultado de frentes fríos recurrentes. En Filadelfia, las nevadas también superarán las del invierno pasado, que fueron de 28 cm. La ciudad, cuyo promedio histórico es de 59 cm, podría acumular entre 38 a 51 cm.
En el medio oeste, Pittsburgh y Chicago también se preparan para una temporada de nevadas superiores a las del invierno pasado. En Pittsburgh, donde el promedio es de 112 cm, las proyecciones indican entre 71 a 91 cm de nieve, un aumento importante respecto a los 41 cm acumulados el invierno anterior. Por su parte, Chicago, con un promedio histórico de 98 cm, podría ver entre 76 a 114 cm en esta temporada, debido en gran parte a la proximidad del lago Michigan, que refuerza el efecto lago y aumenta las precipitaciones.
En la región del lago Superior, ciudades como Marquette y Duluth también recibirán acumulaciones destacadas. Marquette, en Michigan, proyecta más de 400 cm de nieve para este invierno, mientras que Duluth, en Minnesota, verá constantes nevadas con una acumulación estimada en más de 200 cm. Por último, Burlington, en Vermont, aunque no esté directamente afectada por los Grandes Lagos, también acumulará más de 200 cm, debido a las intensas condiciones invernales de la región.
El comportamiento de las nevadas en este invierno estará influenciado por varios factores climáticos. La interacción entre La Niña, el vórtice polar y las temperaturas oceánicas marcará la distribución e intensidad de las tormentas de nieve en el norte del país.
La Niña es uno de los elementos destacados del pronóstico, caracterizada por temperaturas más frías en el océano Pacífico ecuatorial, que alteran los patrones atmosféricos de Norteamérica. Según AccuWeather, aunque esta temporada de La Niña será débil, su influencia sigue siendo significativa. Durante este fenómeno, las tormentas de nieve tienden a seguir una trayectoria más hacia el norte, lo que impacta principalmente las zonas cercanas a los Grandes Lagos y partes del noreste y medio oeste.
El vórtice polar, una gran masa de aire gélido que rodea los polos, es otro factor climático importante. En ciertos inviernos, este vórtice pierde fuerza, lo que facilita el desplazamiento de aire ártico hacia el sur de Estados Unidos. Para la temporada actual, los expertos prevén que el vórtice polar podría tener una presencia notable en febrero, cuando se anticipan olas de frío intenso en el noreste y medio oeste del país.