El miércoles 30 de octubre a las 21.30 Sofía Delgado (20) salió de su casa. Le dijo a una de sus hermanas que iba a un kiosco. Agarró las llaves, el teléfono celular, una riñonera y desapareció. Nunca más se supo de ella hasta este viernes 15 noviembre a las 4.30 de la madrugada, cuando fue hallada sin vida en el camino rural de Ricardone, a pocos kilómetros de la ciudad de Rosario.
El cuerpo estaba en un zanjón, dentro de una bolsa de arpillera, envuelto en aislante térmico y atado de pies y manos, según confirmó el jefe de la Policía de Investigaciones de Santa Fe, Natalio Marciani, en conferencia de prensa. “Todos nos hace presumir que la muerte fue cercana al día de la desaparición”, precisó el jefe policial. Según el informe preliminar de autopsia, que se conoció anoche, la causa aparente de muerte sería por asfixia mecánica, aunque restan estudios complementarios para confirmar la sospecha.
El hallazgo del cadáver no fue casual: horas antes la justicia llevó adelante una serie de allanamientos en las localidades San Lorenzo y Puerto General San Martín. Secuestraron teléfonos celulares, levantaron rastros y material de interés para la causa.
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A raíz de ello, el fiscal Carlos Ortigoza, a cargo de la instrucción, ordenó tres nuevas detenciones que se sumaron a las de Alejandro José Bevilacqua (35), presunto amante de la víctima, y su esposa embarazada, Miranda Leguizamón (29), los dos principales sospechosos arrestados en Pergamino el pasado lunes 11 de noviembre.
Noelia Borletto, una de las abogadas que tiene la familia de Sofía, reconoció que todavía no tienen en claro lo que pasó. “Hay mucho material para analizar junto con el fiscal, que es el que va a llevar adelante la imputación. Y hay material reservado que todavía no hemos tenido acceso, así que vamos a esperar a que nos libere información para poder efectuar el acompañamiento con la querella”, señaló.
No obstante, destacó que manejan la posibilidad de un posible encuentro en un taller mecánico, donde aparentemente hubo una fiesta sexual. “Es una de las hipótesis más fuertes que manejamos. Obviamente que la investigación se centró en este galpón, los allanamientos se realizaron allí y se recolectó bastante evidencia, pero todavía falta reconstruir hechos de acuerdo a otras medidas de prueba que faltan analizar”, apuntó, en declaraciones al canal TN.
La abogada aclaró que Sofía conocía a los sospechosos. “No tengo información sobre cuánto hace, pero entiendo que era una relación cercana y que se conocían. Con el primer detenido había un vínculo cercano, amoroso”, aseguró.
Por su parte, Fernando Virgili, también defensor de la familia, aportó que la hipótesis que analizan por estas horas “es una situación que es difícil de describir”. “Yo creo que se les fue la mano con droga y otros elementos, pero no puedo entrar en detalles. Había algunos entornos que no eran los más saludables y estaríamos en presencia ante una situación que es difícil de describir”, explicó el letrado en declaraciones a Radiópolis.
Sobre el hallazgo del cuerpo indicó que todavía no está claro cómo llegó a Ricardone. “Hay cuestiones que viene trabajando la PDI, que deberá determinar cómo fue que llegó hasta ahí”, amplió Virgili.
En cuanto a los cinco sospechosos detenidos dijo que la Justicia debe “analizar el grado de participación de cada uno de ellos”. “Faltaría aclarar algunas cuestiones, pero todos están dentro de este entorno que nosotros ya veníamos viendo”, señaló.
Sofía vivía en la ciudad de San Lorenzo con sus dos hermanas y una sobrina. Hacía cinco años que estaba en pareja con Lázaro Romero. A él le envió el último mensaje de WhatsApp pidiéndole por favor que respondiera.
Según pudieron reconstruir los investigadores, su teléfono estuvo encendido hasta las 23.20 del 30 de octubre. Entre el horario aproximado que salió de su domicilio hasta que dejó de emitir señal, fue registrado por las antenas que hay entre San Lorenzo y Puerto General San Martín.
La hipótesis principal indica que Sofía no llegó al kiosco y que esa noche estuvo en el taller mecánico. Allí está una de las principales pruebas del caso: el Peugeot 308 negro que fue visto en la zona donde desapareció la chica. El dueño del lugar lo entregó en la comisaría de Puerto San Martín y este jueves pasó a formar parte de la lista de cinco detenidos.
La versión más fuerte dice que en el taller mecánico se realizaban fiestas sexuales. “En ese lugar pasaba de todo. Había reuniones, droga, fiestas”, denunció un vecino cuando la Policía marcó ese lugar.
Este jueves los investigadores volvieron a allanarlo. Fue horas antes del hallazgo del cuerpo de Sofía. Y encontraron pruebas importantes. Rompieron una pared y descubrieron una habitación. Secuestraron distintos objetos sexuales y se llevaron un colchón que será analizado en busca de rastros biológicos. La sospecha que crece con el paso de las horas es que Sofía fue asesinada allí.
Siguiendo esta línea, la hipótesis es que el 30 de octubre pasado la joven estuvo junto a Bevilacqua, su esposa, y la otra pareja detenida en el galpón. El quinto sospechoso apresado, según creen, se habría encargado de descartar el cuerpo en el camino rural de Ricardone.
LN