El Gobierno pone fin la rebaja del IVA de la luz y de los alimentos que puso en marcha para frenar la escalada de la inflación derivada de la guerra de Ucrania al evitar prorrogar estas medidas en ninguno de los cuatro reales decreto ley aprobados este lunes por el Consejo de Ministros. De esta forma, el IVA de la factura pasará a partir del 1 de enero del 10% al 21%, mientras el IVA de los alimentos básicos pasará del 2% al 4% y las pastas y aceites de semilla recuperan el gravamen originario del 10%.
En el caso de la factura de la luz, el alza supondrá un encarecimiento de la factura de unos 72 euros al año para una vivienda con un consumo de unos 250 kilovatios hora (kWh), según cálculos de la comparadora de precios de la energía Selectra. Es decir, un hogar que pagase unos 50,62 euros en diciembre pasará a pagar unos 56,62 euros en enero.
El Ejecutivo decidió a finales del año pasado ir desmontando las medidas fiscales que se adoptaron para compensar los efectos de la crisis energética poco a poco para evitar un nuevo repunte de los precios. Y dentro de esa recuperación fiscal gradual, el IVA es el único impuesto que todavía mantenía un tipo inferior al 21% original, después de que el Ejecutivo condicionase la rebaja al 10% si el precio del megavatio-hora en el mercado mayorista se situaba por encima de 45 euros. Y así se ha mantenido desde julio, cuando se inició la senda alcista del precio medio del mercado mayorista, que todavía se mantiene.
Pero fue en enero cuando se produjo el gran cambio. Entonces, el IVA de la factura de la luz pasó del 5% en el que se había mantenido durante casi dos años hasta el citado 10%, mientras el Impuesto Especial de la Electricidad (IEE) pasó del 0,5% al 2,5% durante el primer trimestre del año, subió al 3,8% durante el segundo y recuperó su tasa original del 5,11% en julio. El Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (IVPEE), que PP y Junts quieren hacer desaparecer, ascendió en enero de 2024 al 3,5% hasta marzo, al 5,25% hasta junio y se mantiene en el 7% desde entonces.
Por otra parte, en el caso de la rebaja fiscal de los alimentos, el Gobierno inició la recuperación gradual de los niveles previos a la crisis en junio de este año con la subida del 0% al 2% del IVA que grava los alimentos básicos -pan, huevos, verduras o fruta- de octubre a diciembre y recuperar, así, el tipo originario del 4% a partir del 1 de enero de 2025. También entonces anunció que el aceite de oliva pasará a tener un gravamen del 4%, frente al 10% original, a partir del próximo año. En el caso del IVA de la pasta y de los aceites de semilla (como el de girasol), que se mantuvo rebajado en el 5% hasta el 1 de octubre y subió un escalón -hasta el 7,5%- en los tres últimos meses del año, recuperará su gravamen originario del 10% a partir del 1 de enero próximo.