El intendente Daniel Passerini dejó inaugurado el “Refugio de las Barrancas”, el flamante espacio donde próximamente residirán los osos alojados en el Parque de la Biodiversidad.
El mandatario local estuvo acompañado por el titular del BioCórdoba, Enzo Cravero; el secretario de Ambiente Sustentable y Economía Circular, Jorge Folloni; y los vocales del ente Juliana García Aresca y Gerardo Chacón.
Hace unos años, cuando el exzoológico se convirtió en Parque de la Biodiversidad durante la intendencia del hoy gobernador Martín Llaryora, por diversos motivos no se pudo trasladar a los tres osos pardos (una pareja adulta y su cría de 8 años). Por esta razón se tomó la decisión de mejorarles la calidad de vida, brindándoles un entorno mucho más agradable para su desarrollo.
En base a esta necesidad, comenzó a proyectarse el rediseño del recinto de manera interdisciplinaria con personal idóneo como arquitectos, veterinarios, personal del área de bienestar animal, paisajistas, patrimonio, biólogos y proteccionistas, entre otros.
Cada área interviniente contribuyó a la construcción colaborativa del proyecto, haciendo principal hincapié en aspectos específicos con suma rigurosidad, permitiendo así arribar a un producto final que responde tanto a requerimientos actuales, como al de futuras especies que puedan alojarse en el Refugio de las Barrancas.
Con una superficie total de 3.300 m2, la propuesta fue concebida para responder a normativas internacionales establecidas por la World Association of Zoos and Aquariums (Asociación Mundial de Zoos y Acuarios), priorizando el diseño de espacios exteriores e interiores, la seguridad del animal y humana, el enriquecimiento y las cualidades ambientales de todo el recinto.
Esta asociación es la encargada de los protocolos de manejo para algunas especies. como también la encargada de establecer el tamaño mínimo de espacio para los recintos.
El “Refugio de las Barrancas”, se ubica en el sector central y limita con el Parque Sarmiento en el sur.
El lugar era uno de los predios que más superficie abarcaba y poseía mejores cualidades para responder a los estándares solicitados.
En lo que respecta a la interacción con los visitantes, prevalece la premisa de reducir la exposición de los animales dentro del Parque, por lo que solo se podrán acceder con visitas guiadas preestablecidas a modo educativo, cuando el personal del parque lo determine. Será en grupos reducidos, acompañados por profesionales y desde un punto específico sobreelevado que evita interacciones de cualquier tipo.
En cuanto al patrimonio arquitectónico, se han restaurado cuidadosamente las escalinatas del ingreso al recinto y se ha reconstruido la pasarela sobreelevada respetando su diseño original.
Esta pasarela permite una vista panorámica de 360°, ofreciendo a los cuidadores un mecanismo de control eficiente del recinto y a los visitantes una oportunidad de observar a los animales desde una distancia segura y controlada.
Además, su acceso regulado se convierte en una herramienta de educación ambiental, promoviendo la concientización sobre las características, cuidados y comportamiento de la especie en un entorno más naturalizado.
En términos de seguridad, los límites del recinto, el sector inferior de la pasarela y el perímetro del área de dormitorios han sido diseñados para evitar vías de escape o interacciones directas entre los ejemplares y las personas.
La pasarela, fabricada con maderas plásticas, no solo refuerza esta barrera física, sino que su diseño en contrapendiente dificulta aún más la proximidad de los osos al espacio de circulación.
Es importante destacar que, una vez que el ciclo de vida de los tres osos pardos llegue a su fin, y al ser el Parque un Centro de Rescate de Fauna Silvestre, las características e infraestructuras del recinto podrán ser readecuadas para satisfacer las necesidades de otras especies provenientes del tráfico ilegal o del mascotismo, garantizando su funcionalidad y versatilidad a futuro.