La Junta de Seguridad en el Transporte (JST) publicó este viernes el primer informe oficial del accidente aéreo en San Fernando, en el que murieron el piloto y el copiloto de un avión que regresaba de Punta del Este. En el documento, las autoridades confirmaron las anormalidades en la maniobra de aterrizaje y advirtieron sobre la presencia de otras aeronaves que obstaculizó el trabajo de los bomberos.
El informe publicado presenta los hallazgos preliminares, sujetos a modificaciones conforme avance la investigación. El análisis, conclusiones y recomendaciones de seguridad operacional sólo serán publicados en el Informe de Seguridad Operacional. Por lo tanto, no se refiere a «culpas o responsabilidades administrativas, civiles o penales», aclararon desde la JST, bajo la órbita del Ministerio de Economía.
Sin embargo, un repaso por el documento arroja claves sobre el avión, su comportamiento aquel 18 de diciembre pasado y sobre la terminal aérea. Martín Fernández Loza (46) y Agustín Orforte (35) eran el piloto y el copiloto.
El informe es por una «excursión de pista» del Bombardier Challenger 300, matrícula LV-GOK, ocurrida a las 16.19 de ese día de diciembre. Uno de los puntos más importantes es que, tras 35 minutos de vuelo, el Challenger 300 operado por la empresa New Lines mostró un comportamiento anómalo a la hora del aterrizaje.
El informe de la JST mostró un gráfico que recopila «las trayectorias de aproximación de los últimos 10 vuelos registrados con aterrizaje en la pista 05 del Aeropuerto Internacional de San Fernando antes del accidente».
La conclusión que se desprende es consecuente con las hipótesis preliminares que se ensayaron en las horas posteriores al incidente: «La trayectoria del vuelo accidentado (en color amarillo) mostró diferencias significativas en comparación con las aproximaciones previas».
El análisis de los datos de vuelo se encuentra en proceso de investigación, a la espera de la lectura y evaluación de la información registrada por el FDR. Además, se obtuvieron grabaciones realizadas desde un hangar privado que pueden echar más luz sobre el accidente.
Durante el aterrizaje en esa 05 del aeropuerto, la aeronave excedió los límites de la pista, se desplazó sobre el paño verde del aeródromo y cruzó el alambrado perimetral. Tras esto, chocó en la esquina de la intersección de las calles Charlin y José Terry.
«Las marcas observadas en el terreno indicaron que ambos planos de la aeronave impactaron contra los árboles situados en la esquina de la intersección» de ambas calles, lo que «resultó en la dispersión del combustible de la aeronave».
Aviones obstaculizando a bomberos
Según el reporte, los bomberos tardaron 2 minutos y 38 segundos hasta llegar a la zona de la salida de pista. A los 4 minutos y 37 segundos se comenzó a extinguir el fuego, aunque el chorro de agente extintor no alcanzó al fuselaje del avión. La ambulancia arribó a los 5 minutos y 23 de inicio del evento. A los 9 minutos y 8 segundos, finalmente, el camión de bomberos logró dirigir un chorro hacia la zona central del fuselaje.
Mientras tanto, bomberos voluntarios de San Fernando llevaban adelante tareas de rescate de la cabina de mando de la aeronave.
Otro punto llamativo del informe es el apartado en el que advierten que aviones en desuso «obstaculizaban» el paso de los bomberos.
«En el área destinada al SSEI se observó la presencia de aeronaves en desuso que obstaculizaban el tránsito rápido de los camiones de bomberos. Estas aeronaves no se encontraban ancladas al suelo y varias no contaban con cuñas de estacionamiento», indicaron las autoridades de la JST.
Además, aclararon que existía ya una notificación de la Policía Federal, que -a través de la ANAC- informaba sobre «la presencia de estas aeronaves que dificultaban el rápido accionar de la dotación de bomberos». Esa advertencia data del 28 de octubre, un mes y medio antes del accidente.
El informe también señala que el «perímetro de la plataforma en dirección a la pista estaba delimitado por una zanja de desagüe abierta». De acuerdo con testimonio de bomberos, «ninguno de los vehículos operativos tenía capacidad de vadeo suficiente como para superar esta zanja en caso de emergencia».
Investigan problemas en el sistema de reabastecimiento de bomberos
Hubo otros problemas detectados en la investigación posterior al accidente aéreo en San Fernando. El repostaje de líquido extintor se hizo en un hangar privado, pero las instalaciones no estaban en condiciones ideales para esas tareas.
«Se relevaron las instalaciones de recarga de agua y de carga rápida de espuma extintora en el SSEI. Según las entrevistas realizadas con el personal de bomberos, la conexión de repostaje de agua «no contaba con la presión suficiente para realizar una carga rápida de los tanques». Ese dato quedó bajo investigación.
Además, la tolva de carga rápida de espuma «requería que el personal accediera al techo del vehículo, el cual no contaba con barandas de protección, y no disponía de una escalera que facilitara un acceso rápido».
Los números del aeropuerto y de la pista 05
En cuanto a los antecedentes del aeropuerto de San Fernando, los registros muestran números similares al promedio de los últimos diez años.
En total, se documentaron 71 eventos entre 2014 y 2024. «De estos, 14 correspondieron a accidentes, 4 a incidentes graves y 53 a incidentes e intervenciones», añadieron desde la JST. Y remarcaron que el único accidente fatal en ese período fue el del 18 de diciembre pasado.
Entre esos incidentes hubo 7 excursiones de pista, lo que lo convierte en el segundo problema más usual, por detrás de falla de neumáticos (31). Y de esos siete eventos, seis fueron por aterrizajes o despegues en la pista 05, la misma en la que transitó el Challenger.
Cómo estaba la cabina de mando
La zona delantera del avión quedó intacta, como se vio en las fotografías y los videos que circularon horas después del accidente aéreo. El informe de la JST confirma que esa zona mantuvo «su integridad estructural», incluso después de que se apagara el incendio.
La puerta de la cabina se encontraba «cerrada y orientada hacia arriba en un ángulo de 45 grados». El parabrisas derecho presentaba daños «que, según las entrevistas con el personal de rescate, fueron producto de las tareas de rescate».
La puerta, en tanto, «mostraba indicios de activación del mecanismo de apertura; sin embargo, en las entrevistas con el personal de rescate, no se pudo determinar quién o cuándo se realizó su accionamiento».
AGE