Paco Rodríguez es el alcalde de Dos Hermanas (Sevilla, 140.340 habitantes), una ciudad donde el PSOE lleva años ganándolo todo y suma once victorias por mayoría absoluta en las municipales. En las últimas, el actual alcalde mejoró la marca de su antecesor, Quico Toscano. Y eso que era difícil.
Dos Hermanas es la plaza talismán de Pedro Sánchez. Esa donde anunció que se echaba a la carretera en 2017 para volver al poder del partido después de ser decapitado el fatídico 1 de octubre. La misma que eligió para lanzar su última campaña electoral en junio de 2023 y proclamar: «El viaje debe continuar».
Rodríguez es un hombre tímido, nada pretencioso y muy discreto. Sabe siempre mucho más de lo que aparenta. Durante semanas ha sido la mano derecha de Montero en Andalucía. Son viejos amigos. Montero (Sevilla, 1966) y Rodríguez (Dos Hermanas, 1970) se llevan cuatro años y cuando la dirigente socialista llegó a los grupos cristianos de base, Rodríguez ya estaba allí.
Ha sido el elegido para que tomara el pulso a todas las provincias. Ha sido el fontanero que le ha hecho el trabajo a Montero en la antesala del congreso regional. Era su hombre de confianza en Andalucía, la persona que está convencida que necesita en una etapa en la que cabalgará entre Madrid, en la vicepresidencia del Gobierno, y Andalucía, como secretaria general y candidata en las próximas elecciones de 2026. A ella
Los entresijos del partido
Siempre en su segundo plano, el poder de Rodríguez no es nuevo. Es un hombre que conoce la política orgánica como la palma de su mano. Ha sido el secretario general de Dos Hermanas casi todos los años que Toscano ocupaba la alcaldía. Rodríguez ha estado en casi todas las negociaciones del PSOE andaluz de los últimos años. «Lo único que le falta es creérselo», comentaba otro alcalde de Sevilla con quien tiene muy buena relación. Es además una persona de la total confianza de Pedro Sánchez así como de María Jesús Montero.
«Soy un convencido de la importancia de que existan consensos básicos, así como un debate político asentado en la lealtad y exento de demagogia», proclamó en su último discurso de investidura, al tomar el bastón de mando de la ciudad que lo vio nacer. Casado y padre de dos hijos, es funcionario del Ayuntamiento que ahora gobierna y tiene las paredes de su despacho municipal empapeladas con los planos de los principales polígonos industriales de su ciudad. Todos colmatados de grandes empresas. El éxito de Dos Hermanas, en su desarrollo económico y urbanístico, es indiscutible. La pasión con la que su alcalde explica cada empresa emplazada en cada parcela de suelo industrial llama la atención.
Rodríguez ingresó en 1985 en las Juventudes Socialistas y en 1988 ingresó en el PSOE, donde hasta hoy ha asumido diferentes tareas orgánicas, actualmente es Secretario General del PSOE de Dos Hermanas. Además ha sido Secretario Coordinador del Área de Política Territorial del PSOE andaluz en la Ejecutiva de Juan Espadas.
La única duda sobre el papel que iba a jugar el alcalde de Dos Hermanas es que su ascenso al puente de mando del PSOE supone que habría dos sevillanos en primeros puestos. Algo insólito en una dirección donde suelen guardarse los equilibrios para no herir sensibilidades ni abrir agravios entre provincias. Montero tiene manos libres. Nadie le va a discutir eso. Su hombre en lo orgánico le ha estado tratando de apaciguar los conflictos provinciales y en algunos sitios ha tenido éxito y en otros, no.