El exfutbolista no tenía dinero para cubrir las operaciones de su hija y en la desesperación liquidó parte de sus cosas más preciadas.
La vida de Pablo Jerez es la de un luchador. Más allá de su buen momento en Boca, en donde fue campeón de la mano de Carlos Bianchi, la vida de este exfutbolista nacido en Morón hace 40 años no fue nada fácil: en 2004 su hija Zoe tuvo una meningitis que le produjo hidrocefalia y una gran infección y, a partir de ese momento, su cabeza estaba poco en el fútbol y toda su atención estaba en el cuidado de su familia.
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La situación de Zoe se fue agravando y Jerez tuvo que vender sus tesoros más preciados, incluidas sus camisetas de Boca con las que había sido campeón de la Copa Libertadores y la Sudamericana. Eso le produjo una gran tristeza al exjugador, pero en ese momento sabía que lo tenía que hacer.
Hoy, varios años después, su familia recuperó una de las casacas y él lo contó con suma alegría en sus redes sociales. “Gracias amor por recuperar una de las camisetas que usé en uno de los años más gloriosos de Boca”, escribió en un posteo en su Instagram quien actualmente es parte del cuerpo técnico del equipo femenino de fútbol del Xeneize que comanda Florencia Quiñones.
Después, agregó junto a una foto con su esposa y la camiseta en cuestión: “No puedo aguantar tanta emoción. ¡Gracias a toda mi familia en general, gracias!”.
Jerez jugó en Boca desde 2002 hasta 2005, años en los que se consagró campeón de la Libertadores, la Intercontinental y la Sudamericana. Luego pasó a Colón de Santa Fe, en donde estuvo por tres años, y entre 2008 y 2012 tuvo breves pasos por Tigre, Huracán y Olimpo de Bahía Blanca.
El tramo final de su carrera fue en el ascenso: Camioneros, San Martín de Burzaco, Deportivo Merlo y Midland.