Un estudio sobre salud y género ha cifrado en 5,4 años el tiempo de media que las mujeres viven más que los hombres, aunque lo hacen con una peor salud.
Así lo indica el informe Salud y Género en Andalucía 2025, que publica la Consejería de Salud y Consumo y ha desarrollado la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP), en el que se analizan las características de salud de la población andaluza adulta para identificar desigualdades de género.
Entre los datos del informe, que actualiza la edición de 2018, las mujeres viven en el caso de Andalucía de media 5,4 años más que los hombres, cifra que aumenta hasta los 6,1 en Córdoba y se reduce a los 4,8 en Málaga y Granada.
Una paradoja y muchos factores determinantes
Aunque se han constatado diferencias en la esperanza de vida, se registra también la denominada ‘paradoja de género en salud’ que consiste en que las mujeres viven muchos de sus años adicionales con peor salud.
Además de los posibles determinantes ligados a la biología diferencial entre ambos sexos, se ha demostrado que las normas, estereotipos y roles de género conforman modos de enfermar y de morir diferentes en hombres y en mujeres, así como patrones diferenciales en la atención sanitaria.
En estos datos también influye que el escenario doméstico y de los cuidados lo siguen protagonizando las mujeres pese a algunos cambios de rol o el perfil de hombre cuidador, que es el de un jubilado que cuida a su esposa.
Hábitos saludables
En cuanto a hábitos saludables, más mujeres que hombres comen fruta diariamente, y ambos sexos presentan más este hábito en edades tempranas que en las más avanzadas.
Las mujeres realizan ejercicio con menos frecuencia que los hombres y su práctica se reduce en general con la edad, mientras que en el consumo de cigarrillos hay tendencias positivas en los últimos cinco años, con un descenso del tabaquismo en los dos sexos.
El consumo de alcohol ha aumentado considerablemente en los últimos años y es más prevalente en los hombres que en las mujeres, así como también ellos presentan un mayor consumo de otras drogas excepto los tranquilizantes, hipnóticos y somníferos, más habituales entre las mujeres.