A los 85 años, Alberto Cormillot posa con su hijo Emilio y habla de los audios que le manda para el futuro y de sus mayores deseos

“Soy como Highlander”, dice Alberto Cormillot (85), entre risas, haciendo referencia a ese personaje de ficción que era inmortal, mientras lleva en brazos a su hijo Emilio, de 2 años y medio, fruto de su matrimonio con la nutricionista Estefanía Pasquini (38). El reconocido médico, que hace dos años batalló contra un cáncer de riñón, por estos días se repone de las fracturas de tres costillas que sufrió el mes pasado tras tropezarse con uno de los juguetes de Emilio. “También estuve otra vez internado porque además me había pescado un virus… pero ya estoy mejor. La semana pasada volví a trabajar”, cuenta sentado en el jardín de su casa de Vicente López.

Alberto y Estefanía junto a su hijo de 2 años y medio. Se conocieron en 2012 y en 2018 formalizaron su romance. Al año siguiente se casaron: los 48 años de diferencia entre ellos no los desalentó. El 17 de septiembre de 2021 fueron padres de Emilio. foto: Soledad Rubio
“Quiero estar ahí el mayor tiempo posible, cuando empiece a ir a la primaria, cuando traiga su primera noviecita. Quiero acompañarlo en todo lo que pueda”, dice. foto: Soledad Rubio

–¿Y las costillas no le duelen al hacerle upa a Emilio?

–Un poco sí, pero tampoco tanto. Todas las noches él viene a nuestra cama y se tira arriba de mí y jugamos. Si bien le gusta jugar con los autitos y una colección de dinosaurios que le regalé hace poco, se engancha con actividades más físicas. Tengo tres costillas rotas, pero mirá si le voy a explicar eso a él… Le encanta empujarme con la almohada, hace lo que quiere conmigo y yo lo dejo. [Se ríe]. Yo sólo quiero disfrutarlo, el dolor ya me tiene sin cuidado, con tal de que juegue conmigo no me importa.

–¿Llegaron a la instancia en que él pide cualquier cosa y usted le dice que sí?

–No, no hacemos sólo lo que él quiere. Si no le ponés límites a un niño le estás haciendo daño. Tal vez la madre es un poco más flexible y quiere darle todo, pero yo le pongo un freno. No me cuesta decirle que no. Por ejemplo, tenemos una regla en casa que es que cuando comemos no se ve tele – visión. Por ahí Emilio arma un poco de lío, protesta, pero después se le pasa.

Cormillot confiesa que, tal como lo hace desde que nació su tercer hijo, le mando por whatsapp notas de audio y videos para que Emilio los escuche en un futuro. «La última vez le mandé un video con todo el árbol genealógico en fotos que armé en una de las paredes de casa». foto: Soledad Rubio
A un mes de haberse fracturado tres costillas, Cormillot retomó su agenda laboral. La semana pasada se reincorporó al equipo del popular ciclo «Cuestión de peso». «Siempre hace bien trabajar», confiesa. foto: Soledad Rubio

–¿Cómo está viviendo esta segunda paternidad?

–Es raro, distinto a lo que viví cincuenta años atrás. Creo que hoy soy más responsable del vínculo con Emilio de lo que fui con mis primeros hijos, Renée (56) y Adrián (50). Reconozco que a Emilio le estoy dedicando más tiempo que el que les di a los mayores y tenemos una relación muy entrañable. Cuando me dice “Quiero ir con vos, papá”, siento que es una de las cosas más lindas que me pueden pasar. Pensá que él es muy mamero, así que cuando pide estar conmigo eso para mí tiene un significado muy especial.

–¿Qué cosas comparten? Recién contaba que Emilio se engancha con los juegos más físicos y usted practica danzas aéreas, entre otras actividades…

–Sí, trato de hacer toda la actividad posible porque eso me recarga de energía, me da vitalidad. Los lunes y jueves voy a buscar a Emilio al colegio y caminamos dos cuadras en las que vamos charlando y él me cuenta de sus cosas. Esos mismos días, tengo clases de tap y él viene y hace tap conmigo. Los viernes tengo tango y Emilio también viene y mira. Los sábados viene un profesor de gimnasia a darnos una rutina a mí y a Estefanía, y ahí Emilio, a modo de juego, también se engancha. Los días que hago danzas aéreas me acompaña porque le encanta hamacarse conmigo.

“Cuando conocí a Estefanía no estaba en mis planes tener otro hijo. En nuestro caso, fue un deseo en conjunto que nació casi enseguida. Yo creo que no tuvimos más alternativa que tener un hijo, no nos íbamos a separar”, revela el nutricionista.foto: Soledad Rubio

–No para un minuto…

–Sí, también descanso, leo, estudio. El viejismo es eso que la gente cree que deberías hacer según la edad que tengas. Lo peor de todo es que hay personas que compran eso para sí mismas y se limitan porque creen que ya a su edad no deberían estar haciendo una u otra cosa. El otro día escuché a alguien decir que tener hijos a una determinada edad no era correcto, y eso para mí es sólo una opinión. No es una regla, no es una orden; es su opinión y nada más. Y está bien. Es de alguien que piensa distinto o que piensa lo mismo que pensábamos Estefi y yo antes de conocernos. [Sonríe]. Cuando conocí a Estefanía no estaba en mis planes tener otro hijo. En nuestro caso, fue un deseo en conjunto que nació casi enseguida. Yo creo que no tuvimos más alternativa que tener un hijo, no nos íbamos a separar.

–¿No tuvo miedo?

–Claro que sí. En su momento tenía miedo de que Estefanía no pudiera quedar embarazada. Hubo un profesional que no nos quiso atender, otro que nos dijo que era imposible, hasta que encontramos al indicado que nos dijo “Vamos a intentarlo”. Y lo logramos. Hoy mi miedo es no poder acompañar a Emilio en todo lo que necesite, que en algún momento mi cuerpo no funcione.

«“Estefanía es hermosa, una compañera excepcional. Desde que estoy con ella tuve tres o cuatro enfermedades bravas, incluido un cáncer. Y siempre estuvo a mi lado «

–¿Qué fue lo primero que lo atrapó de Estefanía?

–Me gustó desde que la vi. Ella es hermosa, una compañera excepcional y una profesional excelente. La admiro muchísimo. Desde que estoy con ella tuve tres o cuatro enfermedades bravas, incluido un cáncer. Y siempre estuvo a mi lado.

–¿Qué sueños le gustaría cumplir con Emilio?

–Me gustaría estar ahí cuando él reciba un título, pero para eso yo tendría que tener 104 años… Es factible, aunque no lo más fácil. Quiero estar ahí el mayor tiempo posible, cuando empiece a ir a la primaria, cuando traiga su primera noviecita.

–¿Sigue mandando audios de WhatsApp a su hijo para que los escuche en el futuro?

–Sí, son archivos que le voy mandando a un chat para que queden guardados. Mando notas de voz, videos, lo que se me ocurre. La última vez le mandé un video con todo el árbol genealógico en fotos que armé en una de las paredes de casa.

–¿Hay lista de proyectos pendientes?

–Sí, seguir viajando. Todavía no estoy en el club de los cien. Son las personas que conocieron más de cien países y yo estoy cerquita, ya recorrí unos sesenta. La próxima vez que vaya a Europa o China me gustaría llevar a Emilio. Pero para eso tengo que esperar a que crezca un poco más. •

Producción: Paola Reyes Andaur

Pelo y maquillaje: Joaquina Espínola

Agradecimientos: Perramus, Piopp

La tapa de revista ¡Hola! de esta semana.FOTO: MATÍAS SALGADO

Revista Hola

Conocé The Trust Project

Más Noticias

Noticias
Relacionadas

Estrenos de Netflix en octubre: películas y series que no te puedes perder

Se acerca un nuevo mes en este 2024 y...

Para bailar y militar: Córdoba tiene este sábado su primera Mili-Longa

MúsicaOrganizado por "Kumpas de la milonga", tiene lugar en...

Incendios: Martín Llaryora anunció ayudas económicas para las zonas afectadas

Provincia de CórdobaLos fondos saldrán de la Fundación del...

Los Piojos regresan con estadios agotados y confirman show en Cosquín Rock 2025

músicaLa banda anunció en sus redes sociales que estará...