Un niño de 10 años, Isaías Benjamín Rivas, fue asesinado de un disparo en el pecho mientras jugaba en la vereda frente a su casa en la localidad de Los Corralitos, Guaymallén, Mendoza. El trágico hecho ocurrió cerca de las 22:30 del domingo, cuando desde un auto gris se efectuaron disparos que alcanzaron al menor.
Según el testimonio de la madre, el niño se encontraba jugando en la esquina de Ferrari y Montaro al momento del ataque. Tras recibir el disparo, Isaías fue trasladado de urgencia al Micro Hospital Puente de Hierro y luego al Hospital Pediátrico Dr. Humberto Notti, donde falleció a pesar de los esfuerzos médicos.
La principal hipótesis que manejan los investigadores es un ajuste de cuentas relacionado con el narcotráfico. Se investiga una posible pelea entre bandas dedicadas a la venta de drogas o una venganza por una denuncia previa.
En los primeros días de diciembre, la Policía contra el Narcotráfico (PCN) realizó un procedimiento en la zona donde se detuvo a tres personas, incluyendo al hermano del principal sospechoso del crimen. Una tía del menor declaró que la familia del detenido los culpaba por la denuncia que llevó al arresto del hermano, creyendo que ellos habían informado sobre la venta de drogas.
Horas después del asesinato, familiares de la víctima, en un acto de furia, atacaron a tiros viviendas en los barrios San Vicente VI y III, donde se presume que viven los autores del crimen.
La policía detuvo a un hombre de 27 años, identificado como N.A.P., sindicado como el autor material de los disparos. El sospechoso, con antecedentes por desobediencia y robo simple, fue trasladado al Polo Judicial y puesto a disposición de la fiscal de Homicidios Claudia Ríos.
Las autoridades esperan los resultados de la prueba de barrido electrónico para determinar si el detenido disparó un arma de fuego en las últimas horas. La investigación continúa para dar con los otros ocupantes del auto desde el cual se efectuaron los disparos.