Una experiencia feliz, de esas que siempre activan los sentidos y que estimulan el alma, como viajar por el mundo se tornó en una pesadilla. Literalmente. Coco Carreño cayó en la telaraña de un drama absoluto en el aeropuerto de New York, cuando se predisponía a regresar a Argentina.
El chef se encontraba acomodado en su butaca, en compañía de su pareja, a minutos que el avión partiera vuelo para recorrer los cielos continentales. Empero, algo aconteció en el interior de la nave, un comportamiento de un grupo, una manada, que provocó un escándalo.
La actitud de unos jóvenes alertó a los pilotos, merced a su irrefrenable pulsión por cantar, gritar y saltar, por lo cual le solicitó que depusieran ese accionar. Así se activó el momento de máxima tensión ante la negativa de estos chicos se pudrió todo, hasta el límite de un operativo policial.
A través de su Instagram, Coco explicó todo el calvario, el infierno que le complicó su retorno: “El avión estaba por salir y un grupo de chicos se puso a hacer quilombo. Las azafatas pidieron que se sentaran, no se sentaron, y básicamente el capitán dijo que si no se sentaban, no salía el avión”.