Francisco Cerúndolo abrió la Laver Cup y se quedó con el primer punto para el equipo Mundo al ganarle al noruego Casper Ruud por 6-4 y 6-4 este viernes en el Uber Arena, de Berlín, pero la jornada finalizó con un 2-2 tras una inesperada derrota de Carlos Alcaraz y Alexander Zverev en el dobles. Europa igualó en el segundo encuentro, en el que el griego Stefanos Tsitsipas le ganó al australiano Thanasi Kokkinakis por 6-1 y 6-4. Pero lo mejor llegó tiempo después.
A continuación, el equipo europeo se puso por delante con el triunfo de Grigor Dimitrov sobre el chileno Alejandro Tabilo en un partido electrizante. Fue un 7-6 (7-4) y 7-6 (7-2) en dos horas y 15 minutos, pero el resultado fue lo de menos. Sobre todo en este tipo de competencias, en el que el show es una parte importante del todo.
Sucede que el estadio entero se puso de pie por una obra de arte que regalaron Dimitrov y Tabilo, en un punto que terminó siendo para el búlgaro y que se perfila como uno de los mejores del torneo. Y hasta se puede pensar que viaja a la historia del certamen. Más aun con la aprobación de Roger Federer desde una tribuna. El suizo fue ovacionado inmediatamente, sonrió, levantó un pulgar y hasta se emocionó.
En el tie break de un ajustado primer set, Dimitrov se puso 2-2 con un punto que se llevó todos los aplausos. Fue un peloteo matizado de destrezas, que llevó a que ambos tenistas se movieran por toda la cancha, con toques estratégicos y una definición majestuosa del número 10 del ranking de ATP frente al chileno. Pero sería un error quedarse con la última bola: todo el cuadro fue un espectáculo.
La reacción del Gran Roger lo decía todo. El punto había sido una suerte de homenaje a su estirpe, ya que Dimitrov, por sus movimientos y su pegada, siempre tuvo un toque distintivo que lo hizo parecido a la leyenda suiza. Ya desde sus inicios el búlgaro fue comparado con Federer por el estilo de juego. Incluso las marcas comerciales se fijaron en Grigor y las mismas empresas que patrocinaron al suizo lo hicieron con su colega. Desde hace tiempo ya no se lo conoce como “Baby Federer”, pero la relación con el gran maestro fue una presión demasiado pesada para Dimitrov, que lo reconoció más de una vez. Como en una entrevista con Sky Sport.
“Creo que he sido comparado con él demasiado pronto”, admitió. “Al comienzo me gustaba, era divertido, pero luego se me hizo pesado. La comparación me ha machacado un poco y la gente sólo hablaba de eso. De alguna manera me hizo daño y estoy feliz de que todo eso haya terminado. Era una situación para nada ideal para un emergente, como yo, que sólo quería mostrar su valor como persona y como tenista. Ahora puedo reírme de eso y mirar hacia el futuro”, contó, tiempo atrás.
“No he tenido ídolos, sino modelos. Mi padre y yo mirábamos siempre en la televisión a Agassi y Sampras. Luego llegó Federer y todo cambió. Me veo un poco en él en el revés a una mano…”, señaló. Hoy, a los 33 años, atraviesa una nueva primavera.
Por otro lado, en el final de la jornada la pareja estadounidense formada por Taylor Fritz y Ben Shelton batió a Alcaraz y Zverev por 7-6 (7-5) y 6-4 y cerró el superviernes con aquel marcador de 2-2.
Impulsada por Roger Federer en 2017, la Laver Cup –una exhibición inspirada en la Ryder Cup, de golf, y llamada así en honor al australiano Rod Laver, el último campeón del Grand Slam– enfrenta a seis jugadores de Europa contra seis del resto del mundo.
Los partidos se desarrollan en dos sets con un súper tie break a 10 puntos en caso de empate. Hay cuatro encuentros por día (tres de individuales y uno de dobles). Este viernes, cada victoria otorgó 1 punto; el sábado entregará 2 unidades, y el domingo, 3. El primer equipo que obtenga 13 puntos sobre los 24 posibles se llevará el triunfo. Europa ganó las cuatro primeras realizaciones, y Mundo, las dos últimas.
LA NACION