Han atravesado una gama variopinta de estadíos, desde la irrupción mágica del amor hasta los rumores de crisis. El mapa de la pareja de Marcelo Tinelli y Milett Figueroa se compone de una infinidad de versiones, suposiciones y rumores que lo atraviesan desde que se enamoraron.
Los tortolitos caminan por un terreno muy movilizante, con la reciente irrupción de la peruana en el Cantando, donde ocupa una silla en el jurado. Por eso, el conductor y la actriz compartirán muchas más horas de exposición pública, lo que conllevará la creación de todo tipo de escenarios.
Paparazzi estuvo en el estreno del reality, con la lente curiosa y el micrófono intrépido para charlar con los famosos. En un pequeño impasse del show, el medio dialogó con Milett sobre diversos temas y también apuntó a los próximos pasos posibles de la pareja: una boda.
En cuanto a las recriminaciones que se amontonaron sobre su figura por la elección como jurado, Figueroa no vaciló en describir su postura y sostuvo: “Siempre van a estar las críticas, pero no le hago caso a nada. Olvidate, oídos sordos”. Así como compartió su convivencia con el resto de los famosos: “Estamos felices, porque compartimos un momento que nos encanta a todos, este es un show impresionante”.
MILETT FIGUEROA HABLÓ DEL DESEO DE CASARSE CON TINELLI
A la hora de señalar a los participantes que considera bien aspectado para imponerse en el certamen, la peruana manifestó: “No tengo favoritos, ninguno por ahora, pensé al principio que tenía alguna expectativa con algunos. No me dejo llevar por prejuicios, quiero sorprenderme y hoy me he sorprendido”.
Tras ese análisis profesional, llegaron las inquietudes sobre su privacidad. Por eso le consultaron: “¿Cómo están las cosas con Marcelo, se los ve muy juntos?”. Ante lo cual, Milett soltó: “Muy bien, muy felices”. Hasta que se produjo la pregunta del millón: “Se vino el perrito, ¿se viene el casamiento?”. Empero, la blonda esquivó y declaró: “Ya está el perrito”. La cronista de Paparazzi redobló la apusesta: “Falta el casamiento”. Aunque se chocó con una frase esquivatoria: “Vamos al vivo chicos”.