El homenaje que no fue

Santiago Aparicio

Málaga, 22 nov (EFE).- Los equipos de los Países Bajos y Alemania pujan por alcanzar la final de la Copa  Davis. Una situación casi olvidada para el combinado alemán, sin éxito en el evento desde hace 31 años e inédita, histórica en el conjunto neerlandés que eliminó a  España y chafó la fiesta preparada para Rafael Nadal.

La semifinal de este viernes era el día previsto para el homenaje al ganador de veintidós títulos del Grand Slam. Un jubilado ya, como el propio protagonista aseguró a su llegada a Manacor procedente de Málaga el miércoles pasado, horas después de perder el duelo de cuartos de final en el Palacio de los Deportes Jose  María Martín Carpena y de tener una despedida precipitada que pilló con el pie cambiado a la organización y a la propia expedición española.

Porque aunque es cierto que entre los planes estaba un eventual revés contra el cuadro neerlandés y que, como sucedió, había unas directrices marcadas para oficializar el adiós del balear, los preparativos del homenaje estaban volcados para este viernes. Inicio del fin de semana y seguro. Independientemente de ganar o perder, si España hubiera estado en competición, se hubiera puesto en marcha el acto de reconocimiento al mejor jugador de todos los tiempos de España.

Mal día un martes, de madrugada, con nocturnidad, para destacar la aportación y el legado de Rafael Nadal. A pesar del empeño y del cariño mostrado por las gradas, por la afición, por la ciudad, volcada desde hacía días con esta personalidad, fue más larga la lista de ausencias destacadas que de presencias.

Nadie tenía reservado un lugar en el acto del martes. Entre otras cosas porque no había garantías de que se fuera celebrar. Si España ganaba, no habría fiesta. La había el viernes. Todo  estaba preparado para el viernes, para tal día como éste.

La organización tuvo que tirar de videos, de mensajes grabados, del plan B. Ante las bajas de autoridades, de personajes, de amigos, se optó por desviar el camino. Y emitir mensajes grabados. Incluso, tal y  como reconoció,  el capitán David  Ferrer saltó a la cancha, cogió el micrófono y se dirigió a su amigo para dar un poco de calor a un homenaje que no llegó nunca a alcanzar el nivel esperado.

Roger Federer, Novak Djokovic, Pau Gasol.. tenían  planificada su estancia para el viernes, para el fin de semana. Pero no para el martes como fue. Igual que autoridades. Como el rey.  Como otros que figuraban en la lista de invitados que se hizo añicos en cuanto Carlos Alcaraz y Marcel Granollers perdieron el dobles definitivo y España el billete para la semifinal.

«La despedida de alguien tan importante como Rafa se quedó descafeinada. Faltó, bueno, pues quizás… personas muy importantes en su carrera tenística y gente que han sido tan importantes a nivel de rivales como también mención al equipo. Quizás se mencionó un poco a su equipo, que pasó tantos años con su carrera tenística y eché en falta un poco esa gente que también tuviera ese protagonismo. Rafa va a tener mucho tiempo donde va a tener homenajes en torneos grandes, como imagino que será en Roland Garros. Y que tenga la despedida que se merece. Es verdad que a nivel profesional era su último partido, era donde terminaba su carrera tenística. No lo vamos a ver más en una pista de tenis. Y bueno, es verdad que eché en falta un poco eso», dijo el capitán David Ferrer.

«Estuvo emotivo con el apoyo del público. A mí me gusta que en estos actos haya imágenes, a mí particularmente me hubiera gustado ver los partidos de imágenes de Rafael ganando la Copa Davis de Sevilla, imágenes de Rafael en el torneo de Madrid, en Roland Garros o en Wimbledon porque creo que esto crea más emoción. Me hubiera gustado más algo diferente, más otra cosa. Hoy en día se pueden hacer actos mucho más emotivos mezclando música con las imágenes y claro, Rafael es un tipo que sus imágenes transmiten pasión y emoción», subrayó su tío y exentrenador Toni Nadal.

«La sensación que nos queda a todos es que la despedida fue desaliñada y cutre. Es verdad que era un martes por la noche, pero tuvieron meses de antelación y se sabía que si España perdía, se retiraba Rafa. Nadal está muy por encima de todo esto», opinó también Carlos Moya.

España se marchó en silencio de Málaga y a medida que pasaba el tiempo el examen de conciencia de cada uno suspendió. No estuvo a la altura de lo que merecía la carrera de  Nadal el acto que se le dio en el Palacio de los Deportes Martín Carpena.

Alemania y Países Bajos llenan las gradas del Martín Carpena. Aspiran a alcanzar la final. Cerca de mil seguidores oranje dan color a su equipo, aliento, fiesta animación. Están en el lugar previsto para los españoles en un día festivo en Málaga, desprovista al final de un homenaje que no fue. EFE

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