Después de una temporada con una gran cantidad de contagios en distintas partes del país, el Ministerio de Salud de Córdoba informó que en esa provincia ya se registraron dos casos de dengue autóctonos. Esta confirmación, explicaron, implica la existencia de transmisión local del virus y la posibilidad de que se produzca un brote.
Según precisaron desde la Dirección de Epidemiología provincial, las afectadas son dos jóvenes de 22 y 24 años, oriundas de la ciudad capital. Las dos contagiadas fueron asistidas en distintas instituciones médicas y luego confirmadas por el Laboratorio Central.
“Una de ellas recibió atención ambulatoria, y en la actualidad se encuentra cursando la enfermedad en su domicilio con seguimiento clínico; y la otra persona quedó en observación por 24 horas en una institución privada, y también recibió su alta médica”, detallaron desde la dependencia provincial.
Tras la confirmación de que se trata de casos que no fueron importados, desde el Ministerio alertaron por la posibilidad de que se produzcan muchos más en la zona. Frente a esto, desde las áreas de Zoonosis y medicina preventiva precisaron que “ya están realizando las acciones de control de foco para detectar y eliminar criaderos y mosquitos en la zona, identificar nuevos casos, y difundir entre la comunidad las principales medidas de prevención para evitar la enfermedad”.
Como contó LA NACION, en mayo de este año el gobierno encabezado por Martín Llaryora confirmó que haría su propia campaña de vacunación contra el dengue, chikungunya y zica con un presupuesto de alrededor de $7500 millones.
La decisión fue anunciada ante las demoras de la Nación en definir las estrategias preventivas. “No podemos esperar más”, había dicho el mandatario provincial en aquel entonces.
Córdoba fue la cuarta provincia que anunció una campaña de vacunación propia. Así se sumó a Corrientes, Misiones y Salta.
Medidas para reducir los criaderos de mosquitos:
• Eliminar todos los recipientes en desuso que puedan acumular agua.
• Mantener los patios y jardines limpios, ordenados y desmalezados.
• Limpiar a diario los bebederos de animales, cepillando las paredes del recipiente.
• Rellenar floreros y portamacetas con arena húmeda. Si no es posible, lavarlos diariamente y cambiar el agua.
• Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.
• Colocar boca abajo, tapar o vaciar aquellos objetos que no puedan desechar y puedan acumular agua.
LA NACION
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