Luis Caputo ya había sido aplaudido tras calificar de «delincuentes» a los dirigentes del kirchnerismo y asegurar que en materia económica son unos «burros». Un lenguaje inusual para un ministro de Economía que suele refugiarse en las cifras, pero que en esta oportunidad se sintió más cómodo en la trinchera, al estilo discursivo de su jefe, Javier Milei.
Caputo ya les había pedido también a los empresarios que dejaran atrás el pesimismo habitual de los argentinos y salieran a invertir con fuerza, porque esta vez sí el esfuerzo valdría la pena. En la misma se expresaron en los pasillos marplatenses el número uno de Molinos y Pecom, Luis Pérez Companc, y otros empresarios de primera línea. Buena sintonía del mundo privado con el gobierno libertario.
Luis Caputo, ante empresarios: cepo al dólar, blanqueo e inversiones
Pero en su discurso, el ministro de Economía volvió a dejar abierta la fecha para levantar el cepo cambiario -lo que más le interesa al sector privado- y dijo que no importaba poner un día exacto, sino el rumbo económico de apertura.
En la misma línea se expresó el presidente de IDEA, Santiago Mignone, cuando destacó que el Gobierno hablara de levantar las restricciones cambiarias.
Pero tal vez los datos más jugosos para el mundo empresarial llegaron al día siguiente, cuando el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, y hombres muy cercanos a Caputo participaron de uno de los almuerzos top organizados en el marco del Coloquio de IDEA.
Allí se enteraron de que el blanqueo de capitales alcanzó los u$s14.500 millones en depósitos, mejor de lo esperado.
En ese encuentro, donde estaban también los secretarios coordinadores de Producción y de Energía y Minería, Juan Pazo y Daniel González, quienes explicaron con detalle hacia donde va la Argentina en materia energética, en qué estado se encuentra la nueva negociación con el FMI y abundaron en escenarios sobre las condiciones para levantar el cepo cambiario.
Bausili, por su parte, detalló por qué la mejora en el crédito al sector privado terminará mejorando las reservas del Banco Central, que vienen experimentando bajas a pesar de que la autoridad monetaria logró acumular casi u$s800 millones en octubre.
¿El «veranito cambiario» está llegando a su fin?
Una de las dudas que sobrevoló ese almuerzo fue si el «veranito cambiario» de las últimas semanas estaba llegando a su fin, a partir del rebote experimentado por los dólares financieros.
Bausili dijo que, si bien la acumulación de divisas en las arcas del BCRA será lento, la presión sobre el frente cambiario cayó fuerte en los últimos meses gracias a la absorción de pesos que concretó la autoridad monetaria en los últimos meses.
También destacó el hecho de que los precios mayoristas hayan subido solo 2% en septiembre, en línea con el crawling peg que aplica el Gobierno. Esa depreciación del 2% mensual seguirá, ratificó.
En el marco del almuerzo, los funcionarios dijeron que la salida del cepo necesitará primero la normalización del comercio exterior, luego del flujo de inversiones y en último lugar el giro de utilidades al exterior.
En el cónclave participaron ejecutivos de bancos como Fabián Kon (Grupo Galicia), Alejandro Butti (Santander), el presidente de Adeba, Javier Bolzico, Francisco Cerviño (Banco Comafi, una de las entidades auspiciantes del almuerzo), Anna Cohen (CEO del Grupo Cohen), y Claudio y Miguel Rodríguez, del Grupo Sinteplast, entre otros.
Las preguntas de los empresarios giraron en torno al cepo y la posible salida, qué sucederá con las tasas de interés y dónde creen en el Gobierno que se destinarán los fondos del blanqueo.
Bausili provocó risas cuando dijo que el Gobierno espera ahora que «trabajen de banqueros», otorgando los créditos que necesita la economía para despegar.
Además, Pazo y González estimaron un ingreso de dólares de entre u$s8.000 millones y u$s10.000 millones en los sectores de energía y minería durante el 2025.
Además, se supo que entre los empresarios cae bien la estrategia de Milei de torpedear las iniciativas de la oposición a través del mecanismo del veto, para lo cual por ahora reunió una masa crítica de legisladores del PRO y la UCR que apoyan la estrategia.
Los funcionarios también derrocharon optimismo, al asegurar que el país está en el mejor momento después de 10 meses, con el consumo en recuperación.
Y dijeron que el proceso de desinflación continúa y va a seguir. Esperan un 3% de suba en el costo de vida para octubre.
Las buenas señales en los mercados financieros
La fuerte presencia del Gobierno en el Coloquio de IDEA fue acompañada por buenas noticias en los mercados financieros. Tanto el Morgan Stanley como el JP Morgan, dos de los bancos de inversión más importantes, salieron a elogiar el rumbo de la Argentina y recomendaron comprar bonos de la deuda.
Fue un giro respecto de las precauciones que venían advirtiendo en reportes anteriores.
JP Morgan dijo que la Argentina está en camino de cumplir con sus compromisos de deuda en 2025 y destacó la estabilización de las políticas económicas bajo la administración de Javier Milei.
«Al diablo con los torpedos, adelante a toda máquina», fue el llamativo título del informe, que siempre es leído en detalle por los inversores.
En el mercado se interpretó que por torpedos se aludía a los proyectos de la oposición para aumentar el gasto público, mientras el «adelante a toda máquina» fue un claro respaldo al fervor que Milei pone por mantener a raya el equilibrio presupuestario.
«Los mercados han reaccionado positivamente a los esfuerzos de estabilización de la administración Milei», destacó el JP Morgan.
Para el Morgan, la Argentina se está garantizando evitar un evento de default durante 2025. Y que la agenda del gobierno tiene chances de éxito.
El banco de inversión estimó que en los próximos dos trimestres se producirá el levantamiento de las restricciones cambiarias.
El reporte destacó el proceso de consolidación fiscal que ha llevado adelante el gobierno de Milei y sostiene que la acumulación de reservas internacionales es un factor crucial para que la Argentina mejore su capacidad de pago externa y recupere el acceso a los mercados internacionales.
Según los cálculos del banco, la Argentina enfrentará obligaciones de deuda externa por un total de 8.700 millones de dólares en 2025. Y cada vez hay más consenso en que podrá afrontar esos vencimientos.